Efecto en alza de tasas Consideran es amenaza a estabilidad de la banca comercial

El alza de las tasas de interés es una amenaza para la estabilidad de los bancos y la tesis de que esto les genera beneficios no es creíble ni sustentable, según economistas consultados por El Caribe.

Coincidieron en que la causa principal del proceso acelerado de alza en las tasas de interés en el mercado bancario dominicano, es en esencia, la adopción por parte del Banco Central de una política monetaria dirigida a restringir la liquidez, ante el desequilibrio que evidencian las cuentas fiscales del Gobierno y el literalmente infinanciable (al menos en el mediano plazo) déficit de la balanza comercial.

Un sondeo realizado por este diario estableció que en esos círculos se entiende que con dicha política del Banco Central se está procurando como objetivo único el mantenimiento del nivel de la tasa de cambio, propósito que se ejecuta aumentando las tasas pasivas de los instrumentos que esa institución emite al mercado y colocando divisas de sus reservas internacionales en el mercado.
Esto adquiere mayor dimensión en el caso dominicano, en la medida en que el Banco Central actúa directamente como captador de fondos del público, lo que le confiere a esa entidad un poder monopsónico en la formación del precio del dinero.

En opinión de los economistas consultados, esta situación trae como efecto el que los bancos adecúen sus tasas pasivas en seguimiento de la pauta de precios que traza el Banco Central, lo que genera de inmediato un aumento de sus costos financieros que debe ser compensado con el consecuente incremento de las tasas activas.

En esas circunstancias, según los expertos consultados,la tesis de que el proceso de alza beneficia a los bancos no es sustentable ni creíble, por las razones siguientes:
En primer lugar, a mayor tasa activa de interés, menor es la capacidad de colocación de recursos, por lo cual el aumento de costos financieros por una mayor tasa pasiva, no puede ser compensado directamente con una ampliación de la cartera vía nuevos créditos.

Así las cosas, una mayor tasa de interés introduce un mayor nivel de riesgo de la cartera crediticia de los bancos lo que aumenta las posibilidades de pérdidas que debe ser compensada con mayores gastos por provisiones. Esto lógicamente afecta el resultado financiero de la entidad bancaria y disminuye su rentabilidad.

Otro aspecto no menos importante es el hecho incuestionable de que con un incremento del riesgo resulta imprescindible para los bancos mantener un proceso fluido de capitalización, lo cual resulta sumamente difícil ante la reducción de la rentabilidad de corto plazo de la banca, que se presenta como efecto inmediato de este escenario.

A esto se suma el hecho de que el incremento de tasa activas en el mercado, atiza el incremento de la inflación, lo que genera el efecto de retornos reales negativos, tanto de los depósitos como del capital de los bancos, lo que se convierte en un elemento de elevado peligro para los bancos, afectando en primer término a las entidades de menor tamaño relativo y/o inadecuadamente aprovisionadas y capitalizadas.

Asimismo, la política de restricción monetaria introduce un preocupante riesgo de iliquidez que puede llevar a las entidades bancarias a su desencaje. Se presenta de esta forma la base para la generación de una nueva crisis bancaria.
Un último elemento es el efecto de rezago que hay en todo proceso de alza o reducción acelerada de las tasas de interés.

En este caso, el efecto negativo de tasas activas y pasivas muy elevada, que se inició desde mayo de este año, se empezará a registrar en los resultados de la banca con un rezago de unos seis meses, esto es, posiblemente entre noviembre y diciembre de 2008, de donde no se puede colegir, que el proceso de alzas ha generado mayores ganancias a los bancos en base a un análisis de los resultados de mayo, junio.

Es obvio por tanto, que el proceso de alza en la tasa de interés, en nada beneficia a los bancos, sino por el contrario, se convierte en una seria amenaza para los mismos.

Asimismo, es claro que hasta que el Gobierno dominicano no decida aplicar medidas de austeridad, como lo demanda la situación económica actual, es muy poco lo que podrá hacer el BC, pues cada día más sus posibilidades de contrarrestar por la vía de medidas monetarias el desequilibrio fiscal imperante, solo empeorará las cosas…a menos que el Gobierno esté apostando a que el precio del petróleo y de los productos alimenticios que se cotizan en bolsas internacionales, se reduzcan milagrosamente y la economía mundial se recupere de la crisis imperante, olvidando que la esperanza y la ilusión no constituyen un método para resolver los problemas materiales de nuestro país.

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