
Wescel, baleado en la cabeza alegadamente por efectivos policiales que enfrentaban en este municipio una protesta en demanda de electricidad, se debatía entre la vida y la muerte desde hace cinco días. El pasado sábado había mejorado y los médicos decidieron no desconectarle el ventilador que lo ayudaba a respirar.
Sin embargo, ayer su vida llegó al final y, tras la noticia, la comunidad de Bayaguana se nota tranquila y entristecida, ya que se fue a destiempo un hijo de esa comunidad que apenas comenzaba a prepararse. Wescel no pudo continuar su misión en esta tierra porque una bala le segó la vida dejando inconcluso, al decir de sus familiares, muchos sueños, entre ellos hacerse profesional para ayudar a su madre.
Ahora, sus padres, tíos y otros familiares, en medio del profundo dolor que les embarga, claman por justicia a las autoridades y que el crimen no quede impune, para evitar que otros jóvenes con deseo de progreso y superación pierdan sus vidas sin ser delincuentes.
Lo mismo consideran amigos y allegados a la familia, quienes entienden que el crimen fue una injusticia que los responsables deben pagar bien cara. Le imputan la muerte del joven a un teniente coronel y un sargento de la Policía Nacional, a quienes testigos acusan de disparar por la espalda a Wescel.
Los datos
“Nosotros tenemos datos de los policías que estaban disparando al momento de él caer muerto, hay un teniente coronel que le llaman Pimentel Mojica y un supuesto sargento que le apodan Vizcaíno que son los responsables del hecho, y según la Policía Nacional hay tres armas en laboratorio que son la del coronel, la del sargento y otra no identificada, ese es el caso y el dato que tenemos”, preciso el señor Ramón Aníbal de la Cruz, quien se define como tío, hermano y padre de la víctima.
Sostuvo que si las autoridades quieren hacer justicia no tienen que buscar más detalles para darse cuenta de quiénes son los autores materiales del crimen. “Entonces nosotros le pedimos al jefe de la Policía Nacional que este caso no quede impune, que no mataron un delincuente, no mataron un perro como a veces ellos quieren insinuar, ese no era un delincuente, el no era una persona cualquiera, el tiene familia, nosotros dependemos de familia”, sostuvo.
Advirtió que si no se hace justicia llevarán el pueblo al lugar que sea necesario para reclamar sanción contra los culpables de matar a Wescel. “Yo lo que espero es que se haga justicia, si es que hay justicia, porque mi hijo no era ningún delincuente, y como para una madre ningún hijo es malo, el pueblo le puede dar fe y testimonio de lo que era mi hijo, entonces yo quisiera que se haga justicia y quizás cojan miedo para que no dejen tantas madres sin hijos”, expresó la madre natural de Wescel, Magalis Gómez.
Al igual que su tío, la señora Gómez insiste en que su hijo no era un delincuente y que todos sus esfuerzos giraban en torno a la superación, por lo que clama por justicia para que los responsables no sigan cometiendo ese tipo de crimen.
El policía
Explicó uno de los policías que responsabilizan del hecho está acostumbrado a cometer ese tipo de acción, sin importarle que sus víctimas sean seres humanos.
“Por más justicia que hagan nunca me van a reparar ese daño, pero quizás otras madres no sufren como estoy sufriendo yo”, explicó. La señora Gómez dice que también tiene el tiro que le dieron a su hijo en la cabeza y que nunca olvidará ese momento, porque ella lo escuchó y ese sonido “jamás se irá se mi mente”.
Tras fallecer, Wescel fue llevado a Patología Forense donde le extrajeron la bala que le quedó incrustada en el cerebro, por lo que su madre aspira a que con la misma se pueda identificar a los responsables del crimen.
Dijo que al momento del deceso, los médicos prefirieron llamar a la familia para comunicarle la situación antes de retirarle el ventilador. “El cuerpo de él estaba muy frío y por eso fue que los médicos primero nos llamaron para comunicarnos que estaba muerto y que le iban a retirar los aparatos.
Por eso es que yo espero en Dios que otras madres no sufran lo que yo estoy sufriendo hoy, por eso es que quiero que se haga justicia, aunque yo sé que este daño nadie me lo va reparar nunca”, dijo la señora Gómez.
La misma petición hizo su tía Gladis de la Cruz, quien considera que se debe hacer justicia porque no fue un perrito que mataron, sino un ser humano inocente, humilde, trabajador y deportista. En la casa de la tía y madre de crianza del joven, Elena de la Cruz, se han estado realizando cadenas de oración, y desde el momento de la tragedia le fue comprado el ataúd y se realiza una especie de velatorio.
EL VELATORIO
El cadáver de Wescel de la Cruz era velado anoche por familiares y amigos en el barrio El Laurel de Bayaguana, en medio de la lluvia y de un apagón que se extendía por todas las calles y los barrios de este municipio.
La madre, Magalis Gómez, sus tías Juana Elena y Maritza, y su padre Ramón Rogelio de la Cruz, lloraban desconsolados, junto a los amigos del joven de 21 años, que lamentaban el deceso y pedían a las autoridades abrir una investigación para determinar las responsabilidades y aplicar justicia.
Sus restos serán sepultados hoy a las cuatro de la tarde en el Cementerio Municipal de Bayaguana.
Anoche moradores de esta localidad de Monte Plata, criticaban que a pesar del muerto, los prolongados apagones continuaban, complicando las actividades cotidianas y el comercio.
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