
La jornada inaugural no resultó tan positiva para el último campeón, Argentina, que sucumbió 79-75 ante Lituania.
Estados Unidos no gana un torneo internacional importante desde el año 2000 y se comprometió a recuperar en Beijing su sitial de honor.
China le ofreció cierta resistencia al principio del partido, pero cuando los estadounidenses apretaron el acelerador, la gente de Yao Ming no tuvo respuesta.
LeBron James y Dwyane Wade hicieron clavadas espectaculares y aportaron 18 puntos el primero y 19 el segundo. Kobe Bryant encestó 13, en un partido que fue presenciado desde las tribunas por el presidente estadounidense George W. Bush.
Yao Ming fue el máximo anotador chino con 13.
China no aparecía como un rival de riesgo, pero tampoco se esperaba que fuese desbordado de la forma en que lo hizo Estados Unidos, que manejó al partido a voluntad y por momentos actuó como si se tratase de un entrenamiento. Cualquier duda que pudiese haber respecto a si Bryant y las demás luminarias de la NBA podían jugar en equipo y poner la garra necesarias fueron disipadas.
Los chinos, fervientes admiradores de la NBA, disfrutaron al máximo las genialidades de los estadounidenses y aplaudieron a los dos equipos por igual.
El partido entre argentinos y lituanos se decidió en los segundos finales. Un triple de Linas Kleiza cuando el marcador estaba empatado hundió a los sudamericanos.
Kleiza encestó 13 puntos, añadió un punto adicional con un tiro libre al expirar el duelo.
Robertas Javtokas aportó otros 12 puntos y los lituanos terminaron con cinco jugadores en cifras dobles.
El argentino Manu Ginóbili tuvo un primer tiempo flojo, pero encabezó una remontada en el complemento en la que los argentinos descontaron una desventaja de 12 puntos e igualaron el marcadoro cuando faltaban 1:35.
Los argentinos lucieron poco efectivos desde el campo, fallando 20 de 30 intentos al aro.
"Ellos nos defendieron muy bien. Nos obligaron a tomar tiros desde posiciones incómodas y fíjate que apenas encestamos un 23 por ciento de tiros de tres puntos", dijo el técnico argentino Sergio Hernández.
La de Estados Unidos no fue la única victoria abultada: Rusia despachó a Irán 71-49 y Alemania a Angola 95-66.
En otros partidos, España venció a Grecia 81-66 y Croacia a Australia 97-82.
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