
Al final, se quedó con la que, al parecer, fue la oferta menos cuantiosa. Y durante el proceso, recibió la dura crítica de los fanáticos de los Clippers que están furiosos porque Brand cambió Los Angeles por un contrato a cinco años y 79.8 millones de dólares con los Philadelphia 76ers y así abandonó su sueño de jugar junto con Baron Davis.
En estos días cuando algo sale mal, por instinto, lo primero que hacemos es intentar identificar al culpable.
Quizás los Clippers hubiesen podido ayudar a Brand a definir su situación con una combinación justa de la oportunidad que se le presentaba y una buena suma de dinero que acompañase a la misma, algo que hubiese prevenido que otro equipo pudiese tentarlo con una oferta más onerosa. Pero técnicamente, el responsable de lo ocurrido es Brand ya que fue él quien tomo la decisión de abandonar el equipo.
Esa es la razón por la que, después de escuchar lo que dijeron el agente, David Falk, y el presidente de los Clippers, Andy Roeser, necesité oír la explicación de Brand de por qué había terminado con el usual papel de villano en esta historia.
"Me siento como Hulk Hogan cuando se convirtió en el malo", escribió Brand en un mensaje de texto el miércoles por la noche. "Fue una negociación que no llegó a buen Puerto. No fue lo que esperaba, no funcionó.
A veces, debes decidir hasta dónde llegas y saber cuándo terminar con una historia... no debería ir detrás de una oferta de otro equipo para que el mío ofrezca lo mismo".
Los fanáticos hablan de lealtad, pero están hablando en otro leguaje. En la NBA, a la lealtad se la mide con muchos ceros.
Pero los Clippers nunca han sido proactivos cuando se trató de premiar a Brand. Dejaron que el Miami Heat se imponga en el mercado en 2003, cuando Brand -- en ese momento un agente libre con restricciones -- firmó un contrato por seis años y 82 millones de dólares que los Clippers después equipararon.
La lealtad debería ser recíproca. Sino mira lo que pasó con los Washington Wizards y Gilbert Arenas. De la misma manera que Brand, Arenas se perdió gran parte de la temporada debido a una lesión, y más tarde decidió dejar sin efecto su contrato. Los Wizards le ofrecieron a Arenas el monto máximo -- 127 millones por seis años -- después negociaron hasta quedar en 111 dólares con la idea de que un salario menos cuantioso les iba a dar a los Wizards más flexibilidad para rearmar el plantel.
Falk dijo que esta vez la movida no les salió bien a los Clippers, ya que la oferta a Brand fue: "70 millones, esa es nuestra oferta, la aceptas o la dejas pasar". Más tarde, cuando hablaron con ESPN.com el 30 de junio, en el momento en que Brand anunció que iba a renunciar al último año de su contrato con los Clippers, tanto Brand como Falk pintaron la situación como un gran gesto desinteresado por parte de Brand, diciendo que la idea era recibir menos dinero si eso iba a ayudar a los Clippers para poder incorporar a otro agente libre. ¿Y qué hicieron los Clippers? bajaron el monto cada vez más.
Lo que dijo Falk fue lo siguiente: "Brand estaba dispuesto a aceptar menos dinero, pero no tan poco como el monto que le habían ofrecido". "Fueron demasiado lejos. Pensaron que no iba a encontrar otro equipo y presionaron demasiado".
Falk dijo que les advirtió a los Clippers antes de que comience el período de libre agencia y que la respuesta que obtuvo no fue la esperada. Falk comentó que les preguntó, "Si les dijera en este momento que vamos a dejar el contrato sin validez y partiremos hacia Philadelphia, ¿Cuál sería su respuesta?", y un ejecutivo del equipo dijo, "Les diría que se vayan a Philadelphia".
Los Clippers subestimaron el mercado -- y ultimando una de las famosas frases de Pat Riley -- y la intención de Falk. Cuando Brand firmó la oferta de Miami en 2003, Falk hizo todo lo posible para que los Clippers no equiparen la oferta. Pero lo volvieron a incorporar.
En esta oportunidad, Falk le dijo al mundo entero que Brand quería volver a firmar con el equipo& pero el panorama cambió de inmediato cuando entraron en escena los Golden State Warriors, quienes reaccionaron ante la partida de Davis con una oferta de 90 millones de dólares a Brand.
Roeser dijo que los Clippers tenían una estrategia, y cuando las condiciones del juego cambiaron debieron hacer algunos ajustes.
"El plan era ofrecerle 70 millones de dólares a Elton y 65 millones a Baron", dijo Roeser. "Nos dieron a entender que era factible hacer algo así. Después de que nos dieron a entender que ya no era posible, intentamos mejorar la oferta".
Falk dijo que los Clippers les dieron un ultimátum, la idea era que aceptábamos el contrato en esos términos o no había acuerdo".
Pero la cuestión es la siguiente: ¿Puede decirse que fue un ultimátum cuando los Clippers se mostraron dispuestos a negociar? ¿No será que lo que hicieron los Clippers fue abrir las negociaciones?
Le pregunté a Falk qué pasó con "No termina haya que realmente haya llegado a su fin".
Él respondió: "No termina hasta que la franquicia te dice, "Tómalo o déjalo".
Repito, en la NBA las únicas canciones de cuna que te relajan son las que vienen acompañadas de mucho dinero, de modo que los Clippers intentaron compensar a Brand con contratos más altos.
"Cuando quedó claro que lo que querían era más dinero, subimos la oferta a 75 millones", dijo Roeser. "Cuando nos dimos cuenta de que iban detrás de la mayor suma de dinero posible, les terminamos ofreciendo 81 millones. Y ellos terminaron firmando por 79.8 millones de dólares.
La conclusión es la siguiente, durante este proceso el jugador tiene derecho a elegir dónde quedarse. Al final debemos aceptar la decisión que tomó y seguir adelante".
De modo que los Clippers utilizarán los 12 millones de dólares que tienen de margen en el tope salarial e irán detrás de otro ala-pivote. Comenzarán con el agente libre con restricciones de los Atlanta Hawks, Josh Smith.
Pero la separación Brand-Clippers ha sido un golpe muy duro como para dejarlo ahí. Los Clippers creen que Falk no les permitió hablar directamente con Brand. Este jugador por su parte dice que los Clippers no le dieron la posibilidad de hablar cara a cara con el propietario, Donald Sterling, y que su oferta de 81 millones tuvo lugar después de que él ya había aceptado los términos con los Sixers. Falk dijo que los Clippers nunca se jugaron por conservarlo, si esa era la idea hubiesen elevado el monto de su contrato en el último año.
Pero me temo que estos son los entretelones, lo que no les gusta oír a los fanáticos.
O, como ya lo dijo Roeser, "Así es la NBA. Es parte del negocio".
No hay comentarios:
Publicar un comentario