El juicio se realizó en la Corte Superior del condado de Los Ángeles. El deceso del cantante se produjo el 25 de junio de 2009 y causó gran conmoción al mundo del espectáculo. El médico fue el único procesado por el caso.
El jurado alcanzó su veredicto el lunes tras deliberar por menos de nueve horas. Los fiscales presentaron al Dr. Conrad Murray como un médico imprudente que abandonó a Jackson mientras éste estaba bajo los efectos del poderoso anestésico propofol.
Abogados del cardiólogo con sede en Houston sostuvieron que Jackson era adicto a la droga y que se administró a sí mismo la dosis fatal cuando Murray salió de su habitación.