Miembros de la Segunda Zona Militar, en coordinación con autoridades estatales y municipales, detuvieron al sospechoso y a tres de sus presuntos cómplices el sábado en la ciudad fronteriza de Tijuana, en el estado de Baja California (noroeste).
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) indicó en un comunicado que Sillas Rocha, originario del estado de Sinaloa, era el segundo al mando en la organización liderada por Fernando Sánchez Arellano, alias "El Ingeniero", el máximo líder del cártel de Tijuana.
Es considerado uno de los narcotraficantes "más violentos, responsable de un sinnúmero de asesinatos", agregó el organismo.
Con la captura del narcotraficante "se afecta considerablemente las actividades de operación y mando" y la "estructura delictiva y criminal" del cártel de Tijuana, manifestó la Sedena.
Según las autoridades mexicanas, Sillas Rocha protagonizó un duro conflicto entre 2008 y 2010 por el control de las actividades delincuenciales en Tijuana con Teodoro García Simental, alias "El Teo" -capturado en enero de 2010-, del cártel de Sinaloa.
También lo acusan de haber ordenado el secuestro en Tijuana de tres mujeres, familiares del narcotraficante Ismael "El Mayo" Zambada, uno de los principales líderes del cártel de Sinaloa.
La captura tuvo lugar después de que "El Sillas" y sus acompañantes atacaron a tiros a dos personas que viajaban en un automóvil sobre el bulevar Insurgentes de Tijuana, las cuales resultaron heridas y fueron trasladadas a un hospital de la zona.
Las autoridades castrenses y policiacas establecieron un cerco en la zona, lo que les permitió arrestar a "El Sillas" y a tres hombres identificados como Jesús Manuel Mariscal Ramírez, Alejandro Sotelo Pineda y Cristian Ezequiel Sotelo Rodríguez, quienes fueron puestos a disposición de la fiscalía federal.
En la operación las autoridades decomisaron cinco armas cortas, cargadores, cartuchos, dos vehículos y un inmueble.
En los últimos años, el cártel de Tijuana ha perdido presencia e importancia en el negocio del narcotráfico en México, después de que la organización sufriera la captura de sus principales líderes.
Además, una exitosa reforma de las corporaciones policiacas de Baja California ha disminuido la capacidad de operación de ese cártel y los niveles de violencia en ese estado mexicano.