WELLINGTON. AP. Un grupo de 58 ballenas piloto murieron luego de encallar en una remota playa del norte de Nueva Zelanda, y los primeros intentos para salvar el viernes a otras 15 fueron infructuosos.
Las labores de rescate de las 15 sobrevivientes —cuyo peso ronda una tonelada y media (3.300 libras) cada una— se reanudarán el sábado con maquinaria pesada, incluyendo una grúa y un camión transportador, dijo el gerente local del Departamento de Conservación Mike Davies.
Los 73 cetáceos probablemente se atoraron durante la noche, por lo cual muchas murieron antes de ser detectadas, dijo Carolyn Smith, gerente de relaciones comunitarias del Departamento de Conservación. Kimberly Muncaster, directora ejecutiva del grupo de ayuda a ballenas Proyecto Jonás, dijo que las 15 ballenas sobrevivientes estaban en “condiciones bastante malas”.
Davies dijo que no sería necesario sedar a las 15 ballenas en la maniobra de rescate del sábado porque ya están bastante dóciles.
“El plan en cuanto salga el primer rayo de luz será transportar a las ballenas a un kilómetro de distancia y liberarlas en el mar cerca de la bahía Matai”, explicó Davies, donde las condiciones oceánicas serían más cómodas.
Nueva Zelanda es sitio de varios encallamientos multitudinarios en sus costas, sobre todo en el verano, cuando las ballenas pasan migran por aguas antárticas.
Los científicos no han podido determinar por qué encallan los cetáceos. Desde 1840, se han registrado más de 5.000 encallamientos de ballenas y delfines en las costas neozelandesas.