Cuba había anunciado recientemente un recorte en su objetivo de crecimiento económico para este año a un 2,5 por ciento, desde el 6 por ciento previsto con anterioridad, y lanzó un fuerte plan de austeridad para disminuir el consumo energético.
Durante un discurso para conmemorar el 56 aniversario del asalto al cuartel Moncada, la acción militar que marcó el inicio de la revolución de 1959, Castro, de 78 años, dijo que en los próximos días habrá tres reuniones de su gabinete para analizar el impacto de la crisis en la isla.
"La tierra está ahí, aquí están los cubanos, veremos si trabajamos o no, si producimos o no, si cumplimos nuestra palabra o no", dijo Raúl Castro en un breve y enérgico discurso.
El presidente cubano, en cambio, no mencionó al Gobierno de Estados Unidos, tema frecuente en los discursos políticos de la isla debido al diferendo entre ambos países por un embargo comercial que aplica a La Habana desde hace 47 años y al que Cuba atribuye parte de sus problemas económicos.
"No es cuestión de gritar !Patria o Muerte! (consigna histórica), !Abajo el imperialismo!, el bloqueo nos golpea, y la tierra ahí esperando por nuestro sudor", dijo Castro, arrancando aplausos de la multitud.
La efeméride, conocida como el "Día de la Rebeldía", coincide con el tercer aniversario de la última aparición pública de Fidel Castro, antes de que enfermara poco después de una celebración similar en julio de 2006.
El Gobierno cubano apuesta por hacer más productiva la economía estatal, en lugar de emprender grandes reformas.
El próximo martes, el Consejo de Ministros analizará "el segundo ajuste de los gastos previsto en el plan de este año a causa de los efectos de la crisis económica mundial en nuestra economía", dijo Castro.
El mandatario cubano dijo también que su equipo evaluará "la reducción significativa de los ingresos provenientes de las exportaciones y las restricciones adicionales para acceder a fuentes de financiamiento externo".
Millones de cubanos siguieron por televisión el discurso del presidente Raúl Castro a partir de las 07:00 hora local, plato fuerte del festejo revolucionario.
Unos 200.000 habitantes de la provincia de Holguín, sede de los festejos a unos 734 kilómetros al este de La Habana, madrugaron para asistir al acto.
Medios locales y funcionarios se han referido a "la compleja situación" que vive el país, por lo que muy pocos en la isla esperaban noticias alentadoras sobre su economía durante el discurso de Raúl Castro, uno de los más importantes del año.
Castro impulsa una profunda reforma en la agricultura que incluye el reparto de tierras y la descentralización de la toma de decisiones para hacer más productivo el sector.
De unas 110.000 solicitudes realizadas, han sido aprobadas unas 82.000, el 39 por ciento del área sin cultivar del país, agregó.
"Es un tema de seguridad nacional producir los productos que se dan en este país y que nos gastamos cientos y miles de millones de dólares, y no exagero, trayéndolos de otros países", dijo el mandatario.
El Gobierno redujo desde el 1 de junio un 12 por ciento el consumo eléctrico en el sector estatal y comenzó a sancionar con cortes del servicio a numerosas empresas y entidades que no están cumpliendo sus planes energéticos.