A la hora de su muerte la Profesora Fermina tenía 80 años y residía en la Avenida 27 de Febrero número 125 del sector Villa Progreso.
Sus restos fueron velados en la funeraria Blandino por donde desfilaron decenas de maestros, directores de escuelas, familiares, vecinos y ex-alumnos de la fenecida educadora.
Le sobreviven sus hijos José Adalberto Rodríguez García, Carlos Modesto, Aris de los Angeles, Carlos, Francisco Hilario y Zobeida del Rosario, procreados con su esposo ya fallecido, Pedro Carlos.
El reverendo Zoilo, párroco del santuario Divino Niño en Villa Progreso, ofició una misa de cuerpo presente, durante la cual resaltó los grandes aportes a la educación de doña Fermina.
El sepelio se realizó en el cementerio de la calle 30 de Marzo.
Cristino Núñez, vecino y amigo de la familia García, describió a la maestra Fermina como una gran luminaria y un manantial inagotable de orientación y sabios consejo para la comunidad.
La fenecida fue presidenta del club del parque E. León Jiménes, en el que se ejercitan cientos de personas residentes en los sectores circundantes. almomento.net