Santo Domingo.- La sabiduría popular reza que “la felicidad en casa de pobre dura poco”. Esta frase volvió a demostrarse ayer cuando el sistema energético volvió a caer en una crisis de suministro peor a la experimentada desde principios de la pasada semana. Ahora el impacto es mayor.
La salida de las plantas Sultana del Este, AES, San Felipe, Los Mina, y la pobre producción de electricidad de otras, incluyendo las hidroeléctricas, ha vuelto a poner en “jaque” el sector eléctrico.
En el caso de AES Andrés, según el Organismo Coordinador, salió y volvió a entrar sin dejar claras las causas. La administración de esa empresa había recibido el martes la promesa de pago de parte del vicepresidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Rhadamés Segura.
La empresa AES, que también dirige a Los Mina V y VI, decidió sacar de línea estas unidades y lo que se sabe es que está relacionado con la falta de fondos para comprar el gas natural.
El déficit de media tarde estaba situado en aproximadamente 1,021 megas luego de la salida de San Felipe, con sede en Puerto Plata, que aporta 175 megas. Los reportes indican que la crisis ha arropado a todo el territorio nacional, incluyendo sectores que están en el esquema 24 horas.
Los ejecutivos de AES Andrés, que recibieron esta semana la visita de Segura, están reclamando el pago de aproximadamente US$184 millones al incluir la factura de octubre.
Esta semana, la empresa EGE-Haina también informó que mantiene en bajo despacho a la Sultana del Este por racionamiento de combustible, aunque aclaró que en horas de la noche le está subiendo la capacidad para contribuir con la estabilidad del sistema. Respecto la planta de Barahona, que funciona a base de carbón, explicó que esa generadora no ha sido sacada del sistema durante toda la crisis, ya que no ha habido dificultades con este combustible.
Respecto a la Compañía Eléctrica de San Pedro de Macorís (CESPM), EGE-Haina informó que esa generadora está fuera por orden administrativa y que sólo entra cuando el Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional (OC) lo pide por necesidad de suministro.
Las hidroeléctricas también continúan confrontando problemas en la generación. Su producción de media tarde de ayer estaba en apenas 80 megas, principalmente por problemas de nivel de los embalses y algunos corto circuitos que se han producido en los motores. Las hidroeléctricas tienen capacidad para suplir aproximadamente 400 megavatios, alrededor del 18% de la demanda nacional.
El Gobierno se comprometió este mes a entregar US$100 millones a los generadores para cubrir parte de la deuda de US$354 millones. La CDEEE, que ha liderado el proceso, señaló que Hacienda había cumplido con los compromisos hasta septiembre. A media tarde de ayer, EDE-Este reportó un déficit de 357 megas, Edesur 318 y la empresa Edenorte lo tenía en 337, aunque se esperaba una mejoría con la normalización de AES en la medida que vaya avanzando la noche.
Barcazas y SIE
El superintendente de Electricidad, Francisco Méndez, señaló que el papel de esa institución está determinado en función de la relación contractual entre las distribuidoras y los que generan, ya que son las que transfieren a los consumidores el precio de la energía. “Haina, Andrés o Itabo pueden hacer compras y todo lo que quieran. Yo no sé si hay licitación o no. Ese no es mi papel cuando se trata de estos casos. Si fueran las distribuidoras sí me incumbe porque estas empresas transfieren al usuario estos costos y por eso deben ser vigiladas por la entidad de regulación”, señaló.
El funcionario aseguró que apoya la decisión de la CDEEE de contratar las barcazas para paliar o resolver la crisis en el suministro de electricidad, y cree que el costo de generación con estas plantas será menor y eso se reflejará en el monto del subsidio. “Si no apareció otro que la vendiera más barato está bien que las comprara”, dijo.