Hace más de una década, Sugar Shane Mosley era un peso ligero muy movedizo al que le gustaba castigar al cuerpo con ganchos de izquierda para superar y apabullar a toda la oposición.
Mucho ha sucedido en los 11 años que han pasado desde que Mosley superara por decisión unánime al sudafricano Philip Holiday para transformarse en campeón de las 135 libras. Ha ganado títulos en las 147 y 154 libras y ha combatido con oponentes de renombre en grandes peleas.
Es difícil pensar que Mosley tiene ya 37 años de edad, pero los tiene, y todavía ocupa el centro de la atención en el boxeo.
Este sábado, Mosley se encontrará con el siempre entretenido Ricardo Mayorga en HBO en un combate de peso mediano junior a 12 asaltos en el Staples Center de Los Angeles. Si Mosley gana, le gustaría cruzarse con Antonio Margarito. Sería una pelea dura, seguramente, pero Mosley dice que no le rehúye al desafío.
"Me siento muy joven con 37 años", le dijo Mosley a ESPN.com. "Me siento joven. La pelea con Mayorga es en las 154 libras, pero yo me enfrentaría a Margarito en el peso welter o en un peso intermedio, no me importa. Margarito es un gran boxeador, pero pienso que se lo puede derrotar".
Mosley sugiere que, si esa pelea se hace, nunca se dejaría caer en una rodilla como lo hizo Cotto para evitar más castigo. "Soy un tipo duro", dijo. "Puedo pegar y también puedo recibir golpes".
Mosley planea dar muchos golpes durante la pelea con Mayorga. "Sigo siendo igual de rápido en las 154, y mi poder es muy bueno", dijo. "No salgo a lo loco a buscar el nocaut. Si llega, llega, pero lo que yo busco es tener una buena noche".
Mayorga, por su parte, ha estado hablando en su usual tono socarrón. "No le tengo miedo a Mosley", dijo Mayorga en la conferencia de prensa para anunciar la pelea. "Le voy a demostrar que soy el hombre de verdad, le voy a mostrar la quijada para que me pegue como lo he hecho anteriormente para probar que soy el más hombre".
Mayorga dijo mucho más que esto, en su mayoría en tono despectivo. Pero Mosley se lo toma todo con calma. La catarata de insultos de Mayorga hizo que Fernando Vargas se pusiera furioso antes de su pelea en noviembre pasado, pero Mosley no le da importancia. "No me molesta, realmente", dijo. "Es su modo de ser, el modo en que se comporta. Uno tiene que esperar eso. Nada de esas cosas se me mete en la cabeza".
De hecho, Mosley parece tener una serenidad muy grande en su primer pelea luego de su derrota por decisión unánime pero cerrada ante Cotto en PPV el pasado 10 de noviembre (Esa pelea fue planeada porque un choque planeado para realizarse ante Zab Judah en mayo se suspendió luego de que el neoyorquino aparentemente sufriera cortes en los brazos luego de un accidente que involucró golpes hacia una puerta de vidrio en un baño).
Nadie va a escuchar a Mosley haciendo comentarios negativos sobre una decisión, pero cree que hizo suficiente para derrotar a Cotto. "Lanzó muchos jabs, pero las estadísticas muestran que yo conecté la mayor parte de los golpes", dijo. "Podría haber sido un empate, pero yo creo que gané".
Ahora, Mosley podría estar muy cerca de pelear con el hombre que superó y derribó a Cotto en mayo pasado. Sin embargo, para que se dé la pelea con Margarito deberá hacer algo más que derrotar a Mayorga, que es algo que se supone que haga. Deberá hacerlo de manera impresionante y convincente.
Mientras tanto, Mayorga mantuvo su carrera con vida con su victoria por decisión mayoritaria ante Vargas en el Staples Center el pasado 23 de noviembre, cuando su peso fue anunciado como el más alto de su carrera en 164 libras.
A pesar de que Vargas lució hinchado y lento, aún así fue capaz de conectar derechas muy duras, pero nada que fuera a molestar demasiado a Mayorga. El "Matador", quien usualmente pelea a todo o nada y sin control, boxeó esa noche de manera muy disciplinada, y su condición física fue buena. Ganó los últimos dos rounds en las tres tarjetas de los jueces, y derribó a Vargas con una derecha en el 11er asalto.
La actuación de Mayorga fue alentadora luego de la manera en que Oscar De La Hoya lo destruyó en seis asaltos en mayo del 2006. Parecía estar ahí solamente en cuerpo pero sin alma durante la pelea ante De La Hoya fight. Su modo de pelear fue diferente, más positivo y vivaz, cuando se enfrentó a Vargas.
La pelea ante Vargas demostró que cuando Mayorga está en sus buenos momentos puede ser un competidor muy duro, pero probablemente no lo suficiente como para superar a alguien como Mosley.
A pesar de que Mayorga peleó bien ante Vargas, "El Feroz" estaba en las postrimerías de su carrera luego de luchar con un enorme sobrepeso y un problema recurrente en su espalda. Aún así, Mayorga apenas si pudo lograr la victoria.
A pesar de que Mosley es tres años mayor que Mayorga, de algún modo parece ser el más joven de los dos. Quizás porque todavía da la impresión de ser un boxeador que está haciendo algo que todavía ama hacer. Sorpresivamente, ésta será la primer pelea de Mosley en su ciudad natal de Los Ángeles desde su memorable victoria ante De La Hoya en el Staples Center hace ocho años. Será una noche especial para Sugar Shane, y no hay duda de que será el favorito del público. Por su parte, Mayorga parece disfrutar su rol de villano.
Esta pelea se una oportunidad de que Mosley luzca bien en un evento de mucha atención. Mayorga es aguantador y duro de manos, pero Mosley parece tener una ventaja significativa en velocidad y talento. Luego de ver a un lento Vargas castigando a Mayorga con bastante regularidad, es posible imaginar que Mosley será capaz de soltar sus combinaciones y acumular muchos puntos.
El interés principal, entonces, no es tanto saber si Mosley ganará (sería una sorpresa ver que no lo hace) sino ver cómo luce en su triunfo.
Si Mosley sufre para ganar, esto limitará el entusiasmo de un posible choque con Margarito. Necesita ser dominante y excitante, y Mayorga será el enemigo perfecto, un boxeador de renombre que seguramente hará un combate duro sin ser terriblemente peligroso.
Ésta es una pelea en la que Mosley aparentemente tiene todas las ventajas. Debería poder golpear a Mayorga a voluntad durante toda la noche, y tiene la velocidad de piernas necesaria para evitar ser golpeado mucho a cambio. En los papeles, esto luce como una victoria por decisión en 12 asaltos para Mosley. Mayorga ha demostrado que puede recibir golpes, y las dos victorias por nocaut de Mosley en los últimos seis años llegaron en sus peleas con Vargas, con una de esas peleas finalizando antes de tiempo debido al ojo grotescamente hinchado de Vargas. Sin embargo, hay una posibilidad de que los golpes de Mosley podrían comenzar a hacer efecto en Mayorga a medida que pasan los rounds.
La pegada de Mosley en las 154 libras parece ser un poco más fuerte que cuando peleaba en 147, y Mayorga nunca ha sido difícil de golpear.
Si Mosley se las arregla para romper la resistencia de Mayorga y forzar una detención temprana del combate, esto tomará muchos asaltos (probablemente unos diez rounds) pero podrá ser logrado.
Mucho ha sucedido en los 11 años que han pasado desde que Mosley superara por decisión unánime al sudafricano Philip Holiday para transformarse en campeón de las 135 libras. Ha ganado títulos en las 147 y 154 libras y ha combatido con oponentes de renombre en grandes peleas.
Es difícil pensar que Mosley tiene ya 37 años de edad, pero los tiene, y todavía ocupa el centro de la atención en el boxeo.
Este sábado, Mosley se encontrará con el siempre entretenido Ricardo Mayorga en HBO en un combate de peso mediano junior a 12 asaltos en el Staples Center de Los Angeles. Si Mosley gana, le gustaría cruzarse con Antonio Margarito. Sería una pelea dura, seguramente, pero Mosley dice que no le rehúye al desafío.
"Me siento muy joven con 37 años", le dijo Mosley a ESPN.com. "Me siento joven. La pelea con Mayorga es en las 154 libras, pero yo me enfrentaría a Margarito en el peso welter o en un peso intermedio, no me importa. Margarito es un gran boxeador, pero pienso que se lo puede derrotar".
Mosley sugiere que, si esa pelea se hace, nunca se dejaría caer en una rodilla como lo hizo Cotto para evitar más castigo. "Soy un tipo duro", dijo. "Puedo pegar y también puedo recibir golpes".
Mosley planea dar muchos golpes durante la pelea con Mayorga. "Sigo siendo igual de rápido en las 154, y mi poder es muy bueno", dijo. "No salgo a lo loco a buscar el nocaut. Si llega, llega, pero lo que yo busco es tener una buena noche".
Mayorga, por su parte, ha estado hablando en su usual tono socarrón. "No le tengo miedo a Mosley", dijo Mayorga en la conferencia de prensa para anunciar la pelea. "Le voy a demostrar que soy el hombre de verdad, le voy a mostrar la quijada para que me pegue como lo he hecho anteriormente para probar que soy el más hombre".
Mayorga dijo mucho más que esto, en su mayoría en tono despectivo. Pero Mosley se lo toma todo con calma. La catarata de insultos de Mayorga hizo que Fernando Vargas se pusiera furioso antes de su pelea en noviembre pasado, pero Mosley no le da importancia. "No me molesta, realmente", dijo. "Es su modo de ser, el modo en que se comporta. Uno tiene que esperar eso. Nada de esas cosas se me mete en la cabeza".
De hecho, Mosley parece tener una serenidad muy grande en su primer pelea luego de su derrota por decisión unánime pero cerrada ante Cotto en PPV el pasado 10 de noviembre (Esa pelea fue planeada porque un choque planeado para realizarse ante Zab Judah en mayo se suspendió luego de que el neoyorquino aparentemente sufriera cortes en los brazos luego de un accidente que involucró golpes hacia una puerta de vidrio en un baño).
Nadie va a escuchar a Mosley haciendo comentarios negativos sobre una decisión, pero cree que hizo suficiente para derrotar a Cotto. "Lanzó muchos jabs, pero las estadísticas muestran que yo conecté la mayor parte de los golpes", dijo. "Podría haber sido un empate, pero yo creo que gané".
Ahora, Mosley podría estar muy cerca de pelear con el hombre que superó y derribó a Cotto en mayo pasado. Sin embargo, para que se dé la pelea con Margarito deberá hacer algo más que derrotar a Mayorga, que es algo que se supone que haga. Deberá hacerlo de manera impresionante y convincente.
Mientras tanto, Mayorga mantuvo su carrera con vida con su victoria por decisión mayoritaria ante Vargas en el Staples Center el pasado 23 de noviembre, cuando su peso fue anunciado como el más alto de su carrera en 164 libras.
A pesar de que Vargas lució hinchado y lento, aún así fue capaz de conectar derechas muy duras, pero nada que fuera a molestar demasiado a Mayorga. El "Matador", quien usualmente pelea a todo o nada y sin control, boxeó esa noche de manera muy disciplinada, y su condición física fue buena. Ganó los últimos dos rounds en las tres tarjetas de los jueces, y derribó a Vargas con una derecha en el 11er asalto.
La actuación de Mayorga fue alentadora luego de la manera en que Oscar De La Hoya lo destruyó en seis asaltos en mayo del 2006. Parecía estar ahí solamente en cuerpo pero sin alma durante la pelea ante De La Hoya fight. Su modo de pelear fue diferente, más positivo y vivaz, cuando se enfrentó a Vargas.
La pelea ante Vargas demostró que cuando Mayorga está en sus buenos momentos puede ser un competidor muy duro, pero probablemente no lo suficiente como para superar a alguien como Mosley.
A pesar de que Mayorga peleó bien ante Vargas, "El Feroz" estaba en las postrimerías de su carrera luego de luchar con un enorme sobrepeso y un problema recurrente en su espalda. Aún así, Mayorga apenas si pudo lograr la victoria.
A pesar de que Mosley es tres años mayor que Mayorga, de algún modo parece ser el más joven de los dos. Quizás porque todavía da la impresión de ser un boxeador que está haciendo algo que todavía ama hacer. Sorpresivamente, ésta será la primer pelea de Mosley en su ciudad natal de Los Ángeles desde su memorable victoria ante De La Hoya en el Staples Center hace ocho años. Será una noche especial para Sugar Shane, y no hay duda de que será el favorito del público. Por su parte, Mayorga parece disfrutar su rol de villano.
Esta pelea se una oportunidad de que Mosley luzca bien en un evento de mucha atención. Mayorga es aguantador y duro de manos, pero Mosley parece tener una ventaja significativa en velocidad y talento. Luego de ver a un lento Vargas castigando a Mayorga con bastante regularidad, es posible imaginar que Mosley será capaz de soltar sus combinaciones y acumular muchos puntos.
El interés principal, entonces, no es tanto saber si Mosley ganará (sería una sorpresa ver que no lo hace) sino ver cómo luce en su triunfo.
Si Mosley sufre para ganar, esto limitará el entusiasmo de un posible choque con Margarito. Necesita ser dominante y excitante, y Mayorga será el enemigo perfecto, un boxeador de renombre que seguramente hará un combate duro sin ser terriblemente peligroso.
Ésta es una pelea en la que Mosley aparentemente tiene todas las ventajas. Debería poder golpear a Mayorga a voluntad durante toda la noche, y tiene la velocidad de piernas necesaria para evitar ser golpeado mucho a cambio. En los papeles, esto luce como una victoria por decisión en 12 asaltos para Mosley. Mayorga ha demostrado que puede recibir golpes, y las dos victorias por nocaut de Mosley en los últimos seis años llegaron en sus peleas con Vargas, con una de esas peleas finalizando antes de tiempo debido al ojo grotescamente hinchado de Vargas. Sin embargo, hay una posibilidad de que los golpes de Mosley podrían comenzar a hacer efecto en Mayorga a medida que pasan los rounds.
La pegada de Mosley en las 154 libras parece ser un poco más fuerte que cuando peleaba en 147, y Mayorga nunca ha sido difícil de golpear.
Si Mosley se las arregla para romper la resistencia de Mayorga y forzar una detención temprana del combate, esto tomará muchos asaltos (probablemente unos diez rounds) pero podrá ser logrado.