jueves, septiembre 25, 2008

LAS FUERTES LLUVIAS PROVOCARON EL DESBORDAMIENTO DE RÍOS Y CAÑADAS DE LA REGION DEL ESTE

SAN RAFAEL DEL YUMA, Higüey.- Por lo menos 300 familias refugiadas, fincas ganaderas cubiertas de agua, rieles destrozados, poblados incumunicados, barrios anegados y calles desechas, son los daños dejados a su paso el pasado martes por el disturbio meteorológico en provincias de la región Este del país. Los mayores daños se registraron en las provincias San Pedro de Macorís, La Romana y La Altagracia, donde en la tarde de ayer había una veintena de barrios en que las aguas de ríos, arroyos y cañadas corrían libremente por sus calles, aceras y contenes.

A pesar de que las lluvias amainaron a primeras horas de la mañana y los rayos “tibios” del sol se posaron sobre estas ciudades, pasado el mediodía el centro de La Romana fue sorprendido por un caudaloso chorro de agua que penetró a todo lo ancho de la calle J. R. Paulino y en cuestión de minutos anegó el área del parque y calles aledañas, generando inconvenientes al tránsito vehicular, peatonal y el comercio en general.

En esta provincia las aguas embravecidas de la cañada La Cacata penetraron al residencial Buena Vista, donde afectaron algunas residencias, arrancaron la capa asfáltica de la vía principal y se llevaron un promedio de 10 kilómetros de rieles del Central Romana, según comunicó un empleado de esa compañía que realizaba labores de reparación en la tarde de ayer.

En tanto, el desbordamiento del río Soco mantiene bajo agua varias fincas ganaderas y cañeras, así como los barrios Villa Progreso, 24 de Abril, Villa Municipal, Pedro Justo Carrión, La Primavera, Villa Alemana, Inocencia y el batey Santa Fe de la ciudad petromacorisana.

Los barrios Villa Progreso y 24 de Abril son los más afectados, ya que las aguas del acuífero corren por el interior de las viviendas, los patios y las calles, amenazando con llevarse todo a su paso.

A pesar de este panorama los habitantes de ambos sectores se niegan a abandonar sus casas y hoy cumplen tres días viviendo en una “Venecia” de lodos y escombros, a la espera de que las autoridades los lleven a un lugar seguro. Estas familias, descalzas y con el agua a mitad de los muslos, se trasladan de un lado a otro para realizar sus quehaceres normales, luchando con la corriente, mientras mantienen los niños sentados sobre mesas y sillas para que no se resfríen.

“Estamos aquí a la buena de Dios. Algunas personas se fueron a los refugios, pero la mayoría nos hemos quedado. No es fácil vivir en este lugar así como está, porque uno pasa el día entero mojado y en la noche no hay forma de dormir con esta humedad y el frío”, dijo el señor Ángel de los Santos, habitante del barrio Villa Progreso II de San Pedro.

Las inundaciones con caudal alcanzaron también el barrio 24 de Abril, el cual fue fundado en un espacio que otrora pertenecía a un río, según contaron familias que allí habitan, pero a pesar de esta realidad la gente permanecía metida en sus casas, en vigilia.
Más daños
El río Yuma, que cruza el poblado San Rafel del Yuma, en Higüey, penetró a una amplia zona agrícola cubriendo plantaciones diversas, así como un promedio de 40 casas hasta los techos.
“Se me fue una finca de plátano y guineo donde había más de 100 racimos que le faltaban días para el corte; se me fue el corral donde tenía mis animalitos y mi casa se puso media de agua. Se me mojó todo y mi siembra la perdí”, dijo el señor Catalino Abad, quien habita en la calle Escolástico de esta localidad.

Y es que todas las familias que se asentaron en la franja del río Yuma a lo largo de dos kilómetros, debieron salir huyendo varias horas después de que se iniciaran los torrenciales aguaceros, porque el río se desbordó casi de inmediato, según dijeron.

“Queremos que el Gobierno nos traiga comida, que nos traiga ropa, que nos traiga colchones, sábanas y otra ayudas, porque hemos quedado con poca cosa. Ahora vamos a esperar que el sol caliente para secar las cositas que pudimos salvar”, dijo Abad.

En San Rafael del Yuma hay varias comunidades incomunicadas por la crecidas del río, entre las que figuran Cascajal, Los Negros, El Atajadizo, Caño Prieto y La Finca, donde los afectados esperan que tanto las autoridades de Salud Pública como el director de los comedores Económicos y el Plan Social de la Presidencia envíen ayuda inmediata.

Los afectados fueron acogidos por familiares y amigos, pero ayer algunos sacaban lodo del interior de sus casas con el agua turbia del río y otros esperaban ansiosos que sus casas fueran liberadas para hacer lo mismo.
PRONÓSTICO
La Oficina Nacional de Meteorología advirtió ayer que lluvias aisladas, acompañadas de tormentas eléctricas y ráfagas de vientos, podrían continuar en el país, debido a la humedad y la inestabilidad en la atmósfera dejada por el disturbio tropical que al territorio nacional.Mientras que el Centro de Operaciones de emergencias (COE), informó que las inundaciones que provocaron las últimas precipitaciones dejaron un total de 1,299 viviendas afectadas y unas 6,000 personas desplzadas, muchas de las cuales están regresando a sus hogares.De acuerdo con las imágenes de satélites, se esperan precipitaciones con valores de lluvias en 24 horas, que podrían oscilar entre 25 y 75 milímetros.Debido a las lluvias que se han estado originando en los últimos días y al alto grado de saturación de los suelos, Meteorología mantiene el aviso contra crecidas, inundaciones y deslizamientos de tierra, para las regiones Este, Noreste, Sureste y Suroeste.