martes, agosto 19, 2008

Cardenal de Nueva York lamenta muerte de soldado dominicano Ricky Ulloa

NUEVA YORK._ El cardenal católico de Nueva York Edward Eagan lamentó en una carta que fue leída durante la misa de cuerpo presente celebrada esta mañana delante del ataúd del soldado dominicano Jesé Enrique Ulloa (Ricky) la muerte del joven militar que recibió su primera comunión en la iglesia La Encarnación, la misma congregación que hoy despidió sus restos en un emotivo oficio religioso.

El prelado dijo en la misiva que lamentaba, por importantes compromisos que no podía cancelar a última hora, no poderse unir en oración por José y expresar personalmente sus más sentidas condolencias.



“Les aseguro que tendré a este joven y su amada familia y amistades siempre en mis oraciones por los años venideros”, expresa el cardenal Eagan en la comunicación que fue leída en español e inglés por el sacerdote dominicano Angel La Paz quien encabezó la celebración de la misa.
El principal líder de los católicos de Nueva York dijo que con bien amada simpatía y sus deseos de oración, le suscribo atentamente en Cristo.

LA MISA
El féretro con los restos de Ulloa llegó poco después de las 10 de la mañana al frente de la parroquia situada en la calle 175 y avenida Saint Nicholas, algunas cuadras de distancia de la casa donde se crió el militar nacido en Jima Arriba, La Vega y que llegó a los tres años de edad a los Estados Unidos.



Una comitiva de motoristas de la organización “Riders Patriots” siguió al carro fúnebre y el ataúd fue sacado del vehículo por un grupo de sargentos del ejército de los Estados Unidos. Banderas estadounidenses ondeaban a la puerta del templo y una sustancial cantidad de dominicanos se aglomeraron en el área para seguir de cerca el luctuoso momento.



Durante la celebración de la misa en la que estuvo presente el concejal Miguel Martínez y se criticó duramente la ausencia del asambleísta Adriano Espaillat que ni siquiera envió un representante al acto y la de funcionarios del gobierno que tampoco estuvieron en ninguno de los eventos celebrados en la comunidad, el padre La Paz destacó en la homilía la firmeza y la decisión de servicio del soldado, recordando que aunque nació en 1984, fue bautizado en 1986, por lo que oficialmente sólo tenía 21 años de edad al momento de caer abatido en la guerra.



El sacerdote que abogó porque se produzca un movimiento de paz en los pueblos del mundo, reseño que aunque la familia del militar dominicano se oponía tajantemente a su ingreso al ejército, el occiso se mantuvo firme, porque “sólo aquellos que nacen para servir, pueden entender el por qué José decidió hacerlo desde cualquier parte en beneficio de los demás y decidió ir al ejército donde han estado mis hermanos”.



El cura indicó que ha sido un día de gran dolor para la familia que ha tenido que enfrentar dos pérdidas importantes, porque la madre de Ulloa murió hace tres meses. “Todos lo vimos en la funeraria”.
Recordó que el militar se inició como cristiano en esa iglesia. “Los soldados de la iglesia siempre son preparados para saber servir a la comunidad y èl lo supo hacer con entrega y decisión”, añadió el padre La Paz.



Relató que el soldado hizo la primera comunión en 1995 en ese templo y desde pequeño que es cosa de honor servir a este país. “Y cuando vemos esa vocación desde la perspectiva de los cristianos se entiende”.



El sacerdote dijo que el soldado encontró el fin de su trayectoria sirviendo a su patria. “José nació en 1984, pero en el 2008, ha vuelto a Dios que le dio la vida. “Servir es un don precioso que sólo encontramos en personas como el soldado José Enrique Ulloa”.



En la misa habló el secretario ejecutivo del Concilio de Familiares y Amigos de Militares en Guerra USA Miguel López quien agradeció el respaldo de la comunidad, las instituciones, el gobernador, el alcalde, el cardenal y la presencia del concejal Martínez en la misa.



Denuncio que familiares de soldados muertos en la guerra de Irak, están siendo coaccionados en sus derechos de opinar contra el conflicto y dijo que si hay alguien que tienen ese derecho absoluto, son precisamente los progenitores de quienes están ofrendando la sangre.



Llamó a detener cuanto antes la guerra y felicitó al presidente Bush por ordenar el retiro de cinco unidades del ejército del frente de batalla.



En la primera fila estaban sentados el padre, la viuda, las hermanas, los cuñados, los primos y algunos compañeros de estudios y amigos del militar.



Una foto gigante del militar adornaba la parte delantera del altar mayor y la tristeza en los rostros presentes era colectiva


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Al final de la misa y frente a su ataúd se entonó el Himno Nacional Dominicano y cánticos llenos de profunda alegoría espiritual y de paz, pusieron un marco dramático al doloroso evento.



Disparos de salvas fueron hechos por un grupo de sargentos de la 515 Compañía de Transportación a la que pertenecía Ulloa y en el momento en que se sacaba el ataúd para ser transportado al aeropuerto Kennedy, el señor Francisco Reynoso (a) Barahona apareció plantado frente a la iglesia enarbolando una gigante bandera dominicana y reclamando en voz alta el por qué había una sola. Le reclamó en la cara al concejal Martínez el por qué los políticos dominicanos sólo buscan votos en tiempos de campaña y a los pocos minutos una asistente del edil, sacó del baúl de su vehículo varias banderitas dominicanas que fueron entregadas a los presentes, aunque ya el carro fúnebre había partido.



“Barahona” pidió permiso a uno de los sargentos encargados de la coordinación de los actos para que los presentes entonaran frente a la iglesia nuevamente el himno nacional dominicano y al final expresó con voz que se escuchó a considerable distancia: “¡Viva la República Dominicana!”.
La gente entonces, comenzó a ondear la insignia tricolor. Los restos de Ulloa serán llegarán mañana miércoles 10: 00 de la mañana al aeropuerto internacional Cibao de Santiago en un vuelo comercial de American Airlines desde donde serán trasladados a la comunidad de Jima Arriba para recibir cristiana sepultura.
¡Que en paz descanse!