domingo, julio 20, 2008

Golf. El villano de la historia

La situación parecía de un cuento de hadas.

Harrington ganó su segundo Abierto Británico consecutivoEl australiano de 53 años Greg Norman había sufrido tantas decepciones en majors en el pasado, incluyendo haber desperdiciado una ventaja de seis golpes en la última ronda del Masters, que esta oportunidad de convertirse en el ganador de más edad de un torneo mayor en la historia, era la redención perfecta.
Ahora sin tanto deseo por ganar, con poca continuidad a la hora de jugar al golf y con un estado de mente mucho más tranquilo gracias al apoyo de su reciente mujer Chris Evert, Norman tenía todo en su lugar para tomarse revancha con los dioses del golf.
Pero una vez más, la última ronda fue su gran némesis.
Norman comenzó la última ronda dos golpes por encima de nada más y nada menos que K.J. Choi y el campeón defensor Padraig Harrington. Ciertamente dos amenazas de cuidado.
Las condiciones climáticas no estaban tan difíciles como el sábado, y había posibilidades de birdies en varios hoyos el domingo. La situación ideal para los perseguidores, y no tanto para el líder al inicio de la vuelta final.
Y a pesar de que ninguno de los jugadores, excepto quizás el inglés Ian Poulter, hicieron muchos birdies, Norman hizo siete bogeys en su vuelta, y selló su fortuna.
Escuchando ovaciones cada vez que impactaba la bola, estaba claro que era el favorito de la afición.
Pero Norman decepcionó. Y todos los presentes que pretendían vivir un momento histórico, se quedaron con las ganas.
Phil Mickelson, quien terminó 14 golpes sobre el par, lo dijo mejor que nadie tras terminar la ronda.
"Si gana Norman, sería una de las grandes historias de todos los tiempos", sentenció.
Se temía que este Abierto Británico pierda algo de notoriedad debido a la ausencia de Tiger Woods, pero Norman llegó al rescate con una de las actuaciones más increíbles en la historia del golf. No hay que olvidar, que Norman pagaba 500 a 1 antes del inicio del torneo en las casas de apuestas. Así de improbable era su triunfo. Y a pesar de que no lo logró, ya el hecho de haber estado en contención, fue una gran historia.
"Fue un día muy duro, quizás lo dejé escapar, y quizás no, pero a fin de cuentas fue una muy buena semana", explicó Norman.
El dueño del día fue Padraig Harrington. El campeón defensor estuvo simplemente demasiado firme. Saliendo con hierros en la mayoría de los hoyos, a diferencia de Norman que usó el driver y pagó el precio, el irlandés encontró algunos fairways y jugó como se debe jugar una última vuelta en el Open. Conservador y a hacer pares.
"Simplemente me aseguré de no cometer errores, esa era mi idea", comentó Harrington.
No fue fácil, sobre todo después de algunos bogeys en el final de la ida que complicaron sus posibilidades. Pero un gran birdie en el hoyo 13 lo volvió a colocar en la punta, y nunca más la cedió. De hecho luego hizo un birdie y un águila para ganar con mayor facilidad en el tablero de lo que fue en realidad en el campo.
Antes del torneo, Harrington había sufrido una lesión en la muñeca y hasta último momento estuvo en duda su participación.
"No jugué muchas rondas de práctica, pero el hecho de estar en contención me ayudó a no concentrarme en el dolor", dijo Harrington.
Pero en ningún momento habló de su lesión y se concentró en su juego.
Y tuvo su premio al alzar el Claret Jug por segundo año consecutivo.
Vaya si le cambió la mentalidad ese triunfo en el 2007. Jugó con una confianza increíble y una determinación digna de un campeón.
Pensar que si Sergio García, que sigue sin ganar un major, hubiese embocado ese putt en el hoyo 18 el año pasado, las cosas podrían haber sido muy diferentes.
Pero nada de eso le importa a Padraig Harrington, que se afirmó en la elite del golf con un nuevo major. Volvió a disfrutar del aliento del público en su caminata en el hoyo 18 y su determinación cambió por sonrisas.
Los argentinos Andrés Romero y Ariel Cañete terminaron 16 golpes sobre el par, mientras que el colombiano Camilo Villegas volvió a tener una mala vuelta y también terminó en la posición 40.
El amateur Chris Wood terminó top ten tras terminar con un registro de 10 golpes sobre el par.
"Todo esto fue surreal", admitió el joven inglés.
También lo fue para Harrington, que un año atrás no hubiese imaginado ganar un Abierto Británico, y mucho menos dos.
"Nunca lo habría soñado, es una sensación increíble".