Islamabad. El Ejército de Pakistán calificó ayer como cobarde el ataque aéreo lanzado desde Afganistán por las fuerzas de la coalición encabezadas por EE.UU., que mató a 11 soldados paquistaníes.
En un comunicado, el Ejército condenó la acción y la calificó de “completamente infundada y cobarde” contra el cuerpo de guardias fronterizos, además advirtió que “se reserva el derecho para proteger a sus ciudadanos y soldados contra las agresiones”.
Indicó que este tipo de actos de agresión no contribuyen a la causa común de luchar contra el terrorismo y golpea el sacrificio con el que las tropas paquistaníes apoyan a las fuerzas de la coalición en la llamada guerra contra el terror.
El puesto de control fronterizo de Gora Prai, en el distrito tribal de Mohmand (noroeste de Pakistán) fue “destruido por un ataque aéreo de las fuerzas de la coalición en Afganistán”, matando a 11 soldados, incluido un oficial, e hiriendo a otros nueve.
Tanto los cuerpos de los soldados paquistaníes muertos como los heridos fueron trasladados en helicóptero hacia un hospital de la ciudad de Peshawar, capital de la Provincia Frontera Noroccidental, según la cadena de televisión Dawn.
Las fuerzas paramilitares paquistaníes respondieron al ataque abriendo fuego contra el Ejército afgano y causando bajas en su bando, según Dawn, que cita fuentes castrenses.
La región tribal de Mohmad, uno de los principales bastiones de los talibanes paquistaníes y de los combatientes de la red terrorista Al Qaeda, es una zona muy montañosa por lo que el ejército de Pakistán tiene dificultades para conocer el número exacto de víctimas.
Las escaramuzas fronterizas entre Pakistán y Afganistán han sido casi frecuentes en los últimos meses, puesto que la inteligencia estadounidense sospecha que en el cinturón tribal paquistaní fronterizo con el territorio afgano se refugian varios miembros de Al Qaeda.
Hace pocos días, el gobierno paquistaní protestó ante Estados Unidos y Afganistán por el lanzamiento de misiles contra su territorio.
Las fuerzas afganas y estadounidenses han acusado en varias ocasiones a Islamabad de hacer poco para evitar la infiltración de rebeldes talibanes que se refugian en el cinturón tribal en Pakistán a lo largo de la frontera.
Pakistán, por su parte, considera que las tropas afganas y de la coalición encabezada por Estados Unidos, no hacen lo suficiente para vigilar su lado de la frontera, y que los ataques estadounidenses contra supuestos milicianos y terroristas en la región tribal sólo empeora la situación.
En un comunicado, el Ejército condenó la acción y la calificó de “completamente infundada y cobarde” contra el cuerpo de guardias fronterizos, además advirtió que “se reserva el derecho para proteger a sus ciudadanos y soldados contra las agresiones”.
Indicó que este tipo de actos de agresión no contribuyen a la causa común de luchar contra el terrorismo y golpea el sacrificio con el que las tropas paquistaníes apoyan a las fuerzas de la coalición en la llamada guerra contra el terror.
El puesto de control fronterizo de Gora Prai, en el distrito tribal de Mohmand (noroeste de Pakistán) fue “destruido por un ataque aéreo de las fuerzas de la coalición en Afganistán”, matando a 11 soldados, incluido un oficial, e hiriendo a otros nueve.
Tanto los cuerpos de los soldados paquistaníes muertos como los heridos fueron trasladados en helicóptero hacia un hospital de la ciudad de Peshawar, capital de la Provincia Frontera Noroccidental, según la cadena de televisión Dawn.
Las fuerzas paramilitares paquistaníes respondieron al ataque abriendo fuego contra el Ejército afgano y causando bajas en su bando, según Dawn, que cita fuentes castrenses.
La región tribal de Mohmad, uno de los principales bastiones de los talibanes paquistaníes y de los combatientes de la red terrorista Al Qaeda, es una zona muy montañosa por lo que el ejército de Pakistán tiene dificultades para conocer el número exacto de víctimas.
Las escaramuzas fronterizas entre Pakistán y Afganistán han sido casi frecuentes en los últimos meses, puesto que la inteligencia estadounidense sospecha que en el cinturón tribal paquistaní fronterizo con el territorio afgano se refugian varios miembros de Al Qaeda.
Hace pocos días, el gobierno paquistaní protestó ante Estados Unidos y Afganistán por el lanzamiento de misiles contra su territorio.
Las fuerzas afganas y estadounidenses han acusado en varias ocasiones a Islamabad de hacer poco para evitar la infiltración de rebeldes talibanes que se refugian en el cinturón tribal en Pakistán a lo largo de la frontera.
Pakistán, por su parte, considera que las tropas afganas y de la coalición encabezada por Estados Unidos, no hacen lo suficiente para vigilar su lado de la frontera, y que los ataques estadounidenses contra supuestos milicianos y terroristas en la región tribal sólo empeora la situación.