
La canciller alemana, Angela Merkel, ha asegurado que el acuerdo es un "paso significativo". Palabras similares habían salido poco antes de boca de la delegación estadounidense, que a través de un portavoz había asegurado que se trata de un "progreso" para los miembros del G-8. La intención de los países más ricos del mundo es trabajar conjuntamente con los 200 Estados implicados en las negociaciones de la ONU contra el cambio climático a fin de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero a un 50% para 2050. Los negociadores han reconocido la "necesidad" de esta reducción, pero en la mesa de negociación ha habido diferencias que han tenido que superarse.
La Unión Europea (UE) ha presionado a Estados Unidos para ir más allá en el compromiso alcanzado durante la Cumbre de Alemania del año pasado. En Alemania, la disminución en la emisión de carbono a la mitad para 2050 era una cuestión a "considerar seriamente", mientras el paso dado hoy en Japón se replantea este compromiso como una "necesidad".
Ese objetivo sería ahora de obligado cumplimiento en paralelo a la puesta en marcha de medidas adicionales a corto plazo. En este caso, se fijan objetivos nacionales de recorte de emisiones pero sin poner una fecha concreta, aunque algunas fuentes apuntan que sería para 2020. Distintas ONG han presionado sin éxito para que los ricos señalasen fechas fijas en las medidas a corto plazo.
En la negociación, ha sido especialmente importante el papel protagonizado por el primer ministro japonés, Yasuo Fukuda, que ha hecho de la lucha contra el cambio climático el eje de las reuniones. Fukuda ha asegurado a la salida de la reunión que la base anual para conseguir el objetivo aprobado para 2050 es "el actual nivel" de emisiones, lo que supone una posición diferente a la de la UE y los grupos ecologistas, que consideran que la base anual debe ser la de 1990.
Economías emergentes
El texto no se olvida de otros grandes emisores, que no forman parte de la mesa de negociación, como China e India. Los ricos piden "cooperación" a las economías emergentes e les instan a "considerar seriamente" el recorte de los gases contaminantes en los mismos niveles que el acordado por el grupo de los ocho. Con todo, según el comunicado, los ricos reconocen que "las economías más desarrolladas difieren de las economías en desarrollo" por lo que las naciones ricas deben poner en marcha objetivos a medio plazo.
Tras la negociación de los ocho, la propia Merkel ha señalado que el grupo de los países más industrializados no pueden quedarse solos en aplicar nuevas medidas para luchar contra el efecto invernadero. La canciller alemana además ha asegurado que las conversaciones tienen que avanzar en la cita del año que viene en Copenhague.
La Unión Europea (UE) ha presionado a Estados Unidos para ir más allá en el compromiso alcanzado durante la Cumbre de Alemania del año pasado. En Alemania, la disminución en la emisión de carbono a la mitad para 2050 era una cuestión a "considerar seriamente", mientras el paso dado hoy en Japón se replantea este compromiso como una "necesidad".
Ese objetivo sería ahora de obligado cumplimiento en paralelo a la puesta en marcha de medidas adicionales a corto plazo. En este caso, se fijan objetivos nacionales de recorte de emisiones pero sin poner una fecha concreta, aunque algunas fuentes apuntan que sería para 2020. Distintas ONG han presionado sin éxito para que los ricos señalasen fechas fijas en las medidas a corto plazo.
En la negociación, ha sido especialmente importante el papel protagonizado por el primer ministro japonés, Yasuo Fukuda, que ha hecho de la lucha contra el cambio climático el eje de las reuniones. Fukuda ha asegurado a la salida de la reunión que la base anual para conseguir el objetivo aprobado para 2050 es "el actual nivel" de emisiones, lo que supone una posición diferente a la de la UE y los grupos ecologistas, que consideran que la base anual debe ser la de 1990.
Economías emergentes
El texto no se olvida de otros grandes emisores, que no forman parte de la mesa de negociación, como China e India. Los ricos piden "cooperación" a las economías emergentes e les instan a "considerar seriamente" el recorte de los gases contaminantes en los mismos niveles que el acordado por el grupo de los ocho. Con todo, según el comunicado, los ricos reconocen que "las economías más desarrolladas difieren de las economías en desarrollo" por lo que las naciones ricas deben poner en marcha objetivos a medio plazo.
Tras la negociación de los ocho, la propia Merkel ha señalado que el grupo de los países más industrializados no pueden quedarse solos en aplicar nuevas medidas para luchar contra el efecto invernadero. La canciller alemana además ha asegurado que las conversaciones tienen que avanzar en la cita del año que viene en Copenhague.
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