Santo Domingo. Decenas de mujeres marchan ayer hasta el Palacio Nacional en reclamo de que el país sea declarado en estado de emergencia por la violencia de género, que este año ha cobrado la vida de 211 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas.La actividad fue en conmemoración al Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Las mujeres, acompañadas de estudiantes y algunos hombres, se concentraron frente al Parque Independencia, donde alzaron su voz de protesta, realizaron dramatizaciones y portaban pancartas donde exigen igualdad y respeto, para luego marchar al Palacio Nacional.
Aunque no se les permitió llegar hasta la casa de gobierno, las mujeres se congregaron en el parque que está ubicado en la avenida México esquina 30 de Marzo, donde fue montado un cerco policial.
Luego de una larga conversación con los agentes, una comisión integrada por Ruth Medrano, Rosa Elena Moreno y María del Orbe entregó el manifiesto con sus reclamos a la viceministra de la Presidencia, Sandra Severino, quien prometió hacerle llegar el documento al Presidente de la República.
Entre los grupos figuran el Círculo de Mujeres con discapacidad (CIMUDIS), el Centro de Solidaridad para el Desarrollo de la Mujer, (CE-MUJER), la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas, (Conamuca), el Centro de Investigación para la Acción Femenina, la Colectiva de Organizaciones de Santo Domingo Norte, entre otras de distintas zonas, como Boca Chica y los municipios que conforman el Gran Santo Domingo.
Juana Mercedes, de CONAMUCA, dijo que con el manifiesto piden al presidente Leonel Fernández declarar el país en estado de emergencia porque, en términos de salud, la mortalidad por violencia supera “con creces todas las enfermedades bajo control epidemiológico en el país. Y en términos judiciales esta violencia ha desbordado el sistema de justicia con más de 64 mil denuncias de violencia de parejas solo en el 2010”.
Dijo que ante esa situación se demanda una gran cantidad de recursos humanos y materiales y que en términos sociales esa problemática deja una estela de mujeres torturadas y niños traumatizados y huérfanos.