BONAO. La madre de dos niños que resultaron muertos durante un incendio, la madrugada del sábado en la comunidad de San Isidro, será sometida a los tribunales desde que lleguen las pruebas de Patología Forense, además de una investigación que realizan técnicos especialista en incendio.
La madre identificada como Andrea Adames de la Cruz, el l4 de junio del 2006 fue sometida a la justicia acusada de haber provocado un incendió a su vivienda en ese entonces en la comunidad de Juma, donde murieron tres hermanitas, volvió a repetir la misma historia y esta vez murieron los dos últimos hijos que le quedaban al provocar intencionalmente un incendio en su vivienda del sector El Mirador de San Isidro.
En la comunidad de San Isidro, Monseñor Nouel, los lugareños querían linchar a Andrea, la madre cuyos hijos lo ha incinerado, según alegaban los vecinos, quienes dijeron que no se le puede perdonar estas acciones.
Hace tres años y cinco meses que Andrea Adames de la Cruz, de 39 años, perdió tres hijos que se quemaron, cuando la casucha donde vivian se incendio con una vela que había sido dejada prendida, alegando que no había energía eléctrica.
Los dos hermanitos, de tres y ocho años respectivamente, murieron calcinados esta madrugada al incendiarse su residencia en San Isidro, de Bonao, informó la Policía.
Según versión policial, María Esther Mella, de ocho años, y Junior Custodio, de tres, fallecieron a causa de quemaduras en distintas partes del cuerpo, luego de que se incendiara la casa donde vivían alegadamente por una vela que había dejado prendida su madre Andrea Adames de la Cruz, de 39 años.
Versiones de la madre refieren que dejó sus hijos durmiendo y salió a llevarle la cena a su concubino Robinson Mejía, de 37 años, quien trabaja como vigilante, próximo al lugar de la tragedia.
El incendio se originó en el interior de dicha vivienda cuando los menores dormían y al parecer según dijo la policía la madre dejo la vela encendida en un lugar cerca de una mesa de madera salió y le puso candado a la puerta principal de la vivienda.
Según las investigaciones de la Policía y el fiscal adjunto, Isidro Fabián, se dirigieron al lugar y encontraron la casa incendiada con candado, lo que se presume la madre lo hizo con intenciones homicida como en aquella ocasión en que murieron las tres hermanitas.
Los cadáveres de los menores fueron trasladados al Instituto de Ciencia Forense de Santiago para realizarle un experticio a petición de la familia de los infantes.
Las llamas calcinaron los cuerpos de los menores sin que nadie prestará ayuda, debido a que la madre dejó la puerta con candado, las llamas consumieron la mayor parte de los ajuares de la vivienda.
Los investigadores policiales mantienen la presunción de que Adames de la Cruz dejó la vela encendida con fines criminales, y es reincidente en este tipo de acto, ya que en el 2006 también había cometido la misma acción donde perdieron la vida tres hermanitas.
En esa ocasión el padre de las menores Miguel Fernández la había sometido a la acción de la justicia acusándola de haber provocado la muerte de sus tres hijas Olga Lidia Fernández Adames de 14 años, Carmen Fernández Adames de 10 y Mercedes Fernández, de 7.
En esa ocasión duró seis meses presa en la cárcel de La Vega, pero fue liberada por fañta de pruebas.