La niña Gabriela López Reyes podría caer en un proceso “fantasioso y de disociación” al negarse a ver su madre muerta y rehusar entrar a la funeraria a verla en el ataúd, advirtió este martes el psiquiatra doctor César Mella.
Consideró que con esa actitud, la menor cree que la engañaron y que a quien enterraron no era su madre, razón por la cual entiende que debe iniciarse la terapia psicológica, y dijo estar dispuesto a visitar esta tarde el hogar de la niña y sus parientes para darle gratis la asistencia.
La niña, de siete años, es hija de los esposos Fary Eunice Reyes Mateo y el alférez de fragata de la Marina de Guerra Ramón López Contreras, quien el pasado sábado asesinó a su ex esposa y luego se suicidó en el puente flotante sobre el río Ozama.
El doctor Mella sostiene que la posición que asumió se conoce en psicología como “negación”, que podría llevar a un proceso inconsciente para evitar el sufrimiento.
Dijo que para asistir con terapia a la niña huérfana se auxiliará del psiquiatra infantil Moisés Taveras, y podrán iniciarla en la tarde de hoy con la asistencia a la familia. “Si me traen la niña comenzará de inmediato el tratamiento”.
El psiquiatra estima que culpar excesivamente al padre de la muerte de su madre o inventar historias es perjudicial para la niña. “Lo que importa son sus padres sustitutos que recaerá en sus abuelos y tías, y en el soporte de la comunidad”.
Consideró que a Gabriela no deben extrañarla o sacarla del seno familiar, porque podría causarle más daño.
El doctor Mella declaró que tampoco no deben construirse rencores a la niña porque a su edad son malignos, “ni mucho menos ponerla a tomar partido sobre los hechos. Los niños no son adultos en miniatura. Ellos creen y casi ni dudan”.
Apreció que hay que seleccionar las figuras más significativas de la familia en las que la niña cree y quiere, y reincorporarla a su escuela cuanto antes, así como buscar apoyo en sus compañeritos y en sus profesores.
martes, diciembre 22, 2009
Explican riesgos de niña huérfana