Jimena, la décima tormenta con nombre en la temporada de huracanes en el Pacífico, alcanzó rápidamente la categoría 2, con vientos máximos sostenidos de 165 kilómetros por hora (105 millas por hora).
Fortalecida por las aguas cálidas del Pacífico, Jimena podría convertirse en un huracán de categoría 3 el domingo, mientras se dirigía al nor-noroeste, a 19 kph (12 mph). La tempestad estaba ubicada 435 kilómetros (270 millas) al sur del puerto mexicano de Manzanillo.
El pronóstico a cinco días emitido por el Centro Nacional de Huracanes en Miami señaló que el vórtice de Jimena podría pasar fuera de las costas la semana próxima. Sin embargo, se acercaría lo suficiente para provocar vientos intensos y mares embravecidas en las costas mexicanas.
El sol siguió brillando el sábado por la tarde en el puerto mexicano de Acapulco, al sureste de Manzanillo, aunque las nubes negras de tormenta asomaban en el horizonte. Varios veleros recorrían la bahía, pese a las advertencias del gobierno, que pidió a la población tomar precauciones.
Un poco más al norte, en la ciudad-balneario de Zihuatanejo, las autoridades advirtieron que las embarcaciones pequeñas debían permanecer amarradas en puerto.
Más lejos, en el Pacífico, la tormenta tropical Kevin se formó, con vientos de 75 kph (45 mph). El centro de la tormenta se ubicaba el sábado por la tarde a unos 1.720 kilómetros (1.065 millas) al suroeste del extremo meridional de la Península de Baja California. La tormenta podría fortalecerse mientras avanzaba al oeste-noroeste, dijeron los meteorólogos.
Los restos de la tormenta tropical Danny abarcaban varios kilómetros (millas) en la costa atlántica estadounidense, causando lluvias.
En Boston, la lluvia se abatió sobre los centenares de personas que hacían fila en las aceras, al paso de la procesión fúnebre del senador Edward Kennedy por la ciudad. Una advertencia de inundaciones seguía en efecto para varias partes de Massachusetts, y se ordenó el cierre de playas así como del servicio de transbordadores públicos en Boston y en los alrededores.
Cabo Code y algunas islas cercanas podrían recibir el azote de vientos de 64 kph (40 mph), el sábado por la noche.
Los poblados en la costa de Connecticut estaban preparados para la tormenta, y se habían colocado costales de arena y bombas de agua en diversas zonas.
Grandes olas mantuvieron a la mayoría de la gente fuera de las playas en la costa de Nueva Jersey, por segundo fin de semana consecutivo, en el final de las vacaciones veraniegas. El fin de semana anterior, hubo otra advertencia de tormenta.
No se reportaron lesionados en la zona, aunque las autoridades en Fair Lawn rescataron a nueve personas atrapadas en cinco vehículos, en una calle inundada.
En Carolina del Norte, las advertencias de tormenta tropical para la zona se levantaron, pero se instó a la gente a tener precaución si se encontraba en la costa.
Los peligros de la mar agitada por las tormentas quedaron de manifiesto el viernes, cuando un niño desapareció frente a una playa de Carolina del Norte. Su madre reportó que lo vio sumergirse, en la costa de Corolla, cerca de los límites con Virginia.
Su tabla de "surf" fue arrastrada a la playa por las olas, pero el cuerpo desapareció.
La Guardia Costera y las autoridades locales pasaron horas buscando al chico de 12 años, pero cancelaron la búsqueda el viernes por la noche y no había planes inmediatos de reanudarla.