En una de las instantáneas aparece subido a un estrado ante un micrófono, en otra sentado mientras escucha atentamente a un grupo de camaradas y en la tercera relajado y sonriente con un puro en la boca.
Hasta la fecha sólo había rumores de que existían fotos en color del revolucionario argentino en vida, pero no se habían visto.
Su cadáver también fue fotografiado en color por oficiales del ejército boliviano después de su ejecución en el país andino en octubre de 1967 a la edad de 39 años.
Nicola Seyd formó parte de un grupo de nueve voluntarios británicos que viajaron a Cuba integrando una Brigada Internacional que ayudaba a la población local a reconstruir las infraestructuras dañadas durante los años previos a la Revolución.
Encontró las fotos este mismo año mientras ordenaba las cajas de recuerdos de su primer viaje a Cuba, país al que sigue vinculada como simpatizante de la organización "Cuba Solidarity Campaign", grupo que pide el levantamiento del embargo a la isla.
Esta plataforma ha difundido las fotos coincidiendo con el Festival que organiza a lo largo de 2009 para dar a conocer la cultura cubana en el Reino Unido.
Una de las hijas del guerrillero, Aleida Guevara -que está en Londres estos días para participar en los actos organizados por la citada organización-, expresó su alegría al conocer las fotos, sobre todo por las circunstancias en las que fueron tomadas.
"Estoy muy agradecida a esta mujer por darme un pedazo de él que yo sabía que existía, pero que nunca había visto. Pero por lo que estoy más agradecida es porque sigue siendo solidaria con Cuba", dijo Aleida Guevara al diario "The Guardian", en cuya edición de hoy se publican por primera vez estas fotografías.
La hija del "Che" añadió que la historia es "hermosa" por el hecho de que la mujer que hizo aquel día las fotos de su padre "estaba en Cuba trabajando para construir una escuela".
"Incluso en los viejos tiempos había gente ofreciendo su solidaridad. Ese es el valor que tienen para mis las fotos", dijo.