Se ha demostrado científicamente que los contactos de la vida cotidiana no transmiten el VIH: no se transmite por abrazar, besar, compartir vasos y cubiertos, tomar mate o intercambiar ropa con una persona infectada; tampoco por compartir el lugar de trabajo o salón de clase, utilizar el mismo baño o pileta que ella; lavarla o dormir en su misma cama. Los insectos no lo transmiten; el sudor, o las lágrimas de quienes padecen esta infección tampoco. En una palabra, querer y apoyar a una persona infectada no trae riesgos; al contrario, tiene efectos positivos en su salud y en quienes le rodean.
Los que rechazan y discriminan a los portadores del VIH-SIDA ignoran las verdaderas características de la enfermedad. Estar informado sobre los modos en que sí se transmite es el primer paso para la prevención.
¿CÓMO SE TRANSMITE?
Las tres formas o vías de transmisión son:
1) Transmisión sexual
A través del intercambio de semen y secreciones vaginales, durante todo tipo de relación sexual con una persona infectada por el VIH, sin preservativo.
2) Transmisión sanguínea
Cuando la sangre de una persona infectada por el VIH se pone en contacto con nuestra sangre.
3) Transmisión madre-hijo
Las mujeres infectadas pueden transmitir el virus a su hijo mientras está en el vientre, en el momento del parto, o durante la lactancia.
¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE VIH Y SIDA?
Como ya se dijo, el SIDA es una etapa avanzada de la infección que produce el VIH. Por eso, podemos estar infectados por el VIH -o sea, ser portadores del virus- y, todavía, no haber desarrollado el SIDA. Desde que el virus entra en el cuerpo hasta que aparecen los síntomas pueden pasar muchos años (si se realiza tratamiento temprano, más aún). Justamente, la palabra SIDA significa Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida. Es decir que uno ha desarrollado el SIDA cuando presenta un conjunto de signos y síntomas (Síndrome) que indican que sus defensas están disminuidas (Inmuno Deficiencia) porque se contrajo el virus (Adquirida).
Cuando se llega a esta etapa aparecen las llamadas "enfermedades oportunistas", que se desarrollan aprovechando la caída de las defensas. Las más frecuentes son las afecciones pulmonares, de la piel, y diversos tipos de cáncer. A ello se suman los efectos directos del virus en el organismo, que incluyen trastornos del sistema nervioso y el aparato digestivo. Cuando la persona que vive con VIH desarrolla estas afecciones se la considera enferma de SIDA.
¿EXISTEN PORTADORES SANOS?
No. Las personas a las que se suele llamar "portadores sanos" son, en realidad, "portadores asintomáticos", es decir que no presentan aún los síntomas del SIDA pero, son personas que viven con VIH.
Esto significa que pueden transmitir el virus, y que tiempo después contraerán la enfermedad.
Es muy importante tener presente que hay estudios para saber si uno está infectado, lo que permite tomar medidas para no infectar a otra persona, e iniciar tempranamente los tratamientos.
¿CÓMO SABER SI UNO CONTRAJO EL VIRUS?
Si creemos haber estado realmente en alguna situación de riesgo, porque mantuvimos relaciones sexuales sin profiláctico con alguien que no sabemos si está infectado, o compartimos una jeringa, o recibimos una transfusión no debidamente controlada y deseamos averiguar si estamos infectados o no, es posible recurrir al centro de salud u hospital público más cercano, o a un médico particular, para realizar los estudios correspondientes.
Las primeras pruebas que suelen hacerse (Elisa, Western blot, etc.) sirven para detectar los anticuerpos generados por el organismo para defenderse del VIH. Si hay anticuerpos, hay virus. Hay una primera etapa de la infección, alrededor de tres meses, en que la cantidad de anticuerpos generados por el organismo no es detectable por las pruebas - es el llamado "período ventana"-, por lo que se recomienda, si da negativo, volver a hacerlo tres meses después para confirmar el resultado.
No se deben confundir estas pruebas con las de "carga viral", que miden la cantidad de virus presente en la sangre y no se utilizan para el diagnóstico sino para supervisar el tratamiento de los pacientes con VIH o SIDA.
Es importante saber que, por ley nacional, los profesionales médicos o cualquier otra persona que por su ocupación se entere de que alguien es portador del VIH o está enfermo de SIDA, tienen prohibido revelar dicha información públicamente.
El resultado de las pruebas es confidencial |
¿ES POSIBLE TRATAR LA ENFERMEDAD?
Sí, hay tratamientos que, aunque no eliminan el virus, tienden a detener su multiplicación y a frenar la destrucción de las células productoras de defensas. Por lo tanto retrasan el comienzo de las enfermedades.
En los últimos años, estos tratamientos han progresado mucho logrando una mejor calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, dado que su aplicación es muy reciente, no se pueden hacer pronósticos a largo plazo.
Las leyes nacionales establecen que, en los hospitales públicos, las obras sociales y las prepagas médicas se deben brindar estos tratamientos sin costo adicional alguno.
¿EXISTE UNA VACUNA?
Por lo tanto, la prevención es la única herramienta con que contamos en la actualidad para no infectarnos ni infectar.