Con base en la descripción que Sara Kuszak hizo del automóvil de sus secuestradores, la policía arrestó a un vecino cuya ropa estaba cubierta de sangre. No fue acusado de inmediato por el crimen.
"El vio a la mujer y la secuestró'', dijo el teniente Angel Ocasio. "No la despojó de nada. Le robó la vida''.
El sospechoso fue localizado porque el FBI captó una señal del teléfono celular de la víctima, que él portaba, dijo el investigador Arsenio Rodríguez. El prometido de Kuszak había llamado al FBI, que delegó el caso a la policía local.
El detenido declaró a la policía que estaba manchado con sangre porque su hermano es propietario de caballos y uno de ellos se cortó, dijo Rodríguez.
Kuszak, quien se traslado a Savannah, Georgia, desde San Francisco hace cinco años, llegó el martes en la noche a Puerto Rico, donde se encontró con su prometido y varios amigos.
"Ella esperaba tener el gran descanso acompañada por su prometido y su bebé nonato'', dijo Matt Daniel, amigo de la víctima, en una entrevista telefónica desde Georgia. ``Estoy destrozado. No entiendo quién podría hacer algo como eso''.
Kuszak, quien trabajaba en veleros y como empleada de medio tiempo en bienes raíces y banquetes, tenía cinco meses de gestación, dijeron sus amigos.
Ella y su prometido, Cheshire McIntosh, se conocieron hace varios años en una isla del Pacífico Sur donde ella estaba de vacaciones y él navegaba un yate, dijo otro amigo en Georgia, John Everette.
"Así es como se conocieron dos personas jóvenes y atractivas'', dijo. ``Ella dejó su vida en San Francisco... para estar con Cheshire y vivir está vida de libertad navegando por los mares. Ella era una persona sin ataduras''.
Kuszak aparentemente iba a visitar a algunos amigos cuyo yate estaba en un muelle de Fajardo, en el este de Puerto Rico, dijo Frances Ríos, vocera del embarcadero. Después de que fue secuestrada, Kuszak llamó con su teléfono celular desde el maletero a un empleado del muelle, quien después marcó al número de emergencias.
No está clara la razón por la que Kuszak no llamó directamente al número de emergencias, pero podría no haber sabido que el mismo número que se usa en Estados Unidos para estos casos, el 911, también funciona en Puerto Rico.
Alrededor de una hora después de recibir la llamada, la policía encontró el cuerpo de Kuszak parcialmente desnudo en un campo.