Antes de quitarse la vida, el individuo envió un fax a un medio de comunicación local, Channel 7, para avisar sobre lo ocurrido, aunque la policía también recibió una llamada telefónica del supuesto asesino.
"Acabo de regresar a mi casa y toda mi familia ha sido asesinada", dijo la persona que contactó con los agentes, según el testimonio del ayudante del jefe de policía de Los Ángeles, Kenneth Garner.
Aunque en un primer momento se notificaron cuatro cadáveres de niños junto con los cuerpos de dos adultos, se confirmó posteriormente que fallecieron cinco menores, tres niñas, una de ocho años y dos gemelas de cinco, y dos niños, también gemelos, de dos años.
Al parecer los agentes hallaron en el domicilio, que olía a pólvora, una nota en la que se vinculaba la matanza a "motivos laborales", lo que afianzó la teoría de que se trató de un crimen con posterior suicidio.
"Esto fue un asunto relacionado con temas financieros y de trabajo. En estos tiempos difíciles económicos hay otras salidas, en mis 32 años nunca había visto nada parecido", dijo Garner al diario Los Ángeles Times.
El fax enviado a Channel 7 detallaba problemas en el trabajo en el hospital Kaiser Permanente en Los Ángeles, donde al parecer un encargado le dijo al hombre un día que no debería haber ido a trabajar y que "tendría que volarse los sesos".
La misiva decía también que el afectado reclamó a su sindicato sin éxito. EFE