jueves, octubre 16, 2008

Restos de familia dominicana serán velados en una sola funeraria

NUEVA YORK._Los cadáveres de una madre dominicana y sus tres hijas que perecieron asfixiados en un apartamento de la calle 18 y la Novena Avenida en el Bajo Manhattan el sábado último, serán velados el mismo día en la funeraria Ortiz de la calle 190 y la avenida Broadway en el Alto Manhattan, informaron ayer parientes de las víctimas.
No se informó sobre si los restos del padre que también murió asfixiado por el humo serán también despedidos en la misma funeraria. Las honras fúnebres a la familia dominicana se harán el sábado 19 y el domingo 20 de octubre entre 3 de la tarde y las 9 de la noche.
Se espera que cientos de personas y una ávida batería de medios de comunicación se den cita en la casa fúnebre para dar el último adiós a los cadáveres de la señora Delkys Balbuena de 34 años de edad y sus tres hijas - Nanny, Bet-El y Ruth de 8 y 3 años y 15 meses de edad. Maschay Valdez (El Chino) es el nombre del progenitor de los menores.
El mayor de los hijos del matrimonio Jonzan Joa Valdez de 10 años de edad y único sobreviviente de la horrorosa tragedia y al que los médicos del hospital Jacobi en El Bronx, le declararon muerte cerebral hace tres días, sigue conectado a una máquina y aferrándose a su vida.
Un tío de los menores Leonardo Balbuena y una hermana de la madre, dijeron ayer que los entierros se realizarán en el cementerio Saint Raymond de El Bronx.
La madre llevaba 12 años residiendo en Nueva York y vecinos del proyecto “Fulton Houses” donde residía junto a sus hijas e hijo en el apartamento 6ª donde se produjo la humareda, dijeron que ella había llegado allí desde un shelter (hogar temporal) de la ciudad que posteriormente la alojó en el referido proyecto de viviendas públicas.
Nadie ni en el vecindario ni entre la familia de los muertos da crédito a una versión reciente de los investigadores del Departamento de Bomberos que aseguran que el “responsable” del conato de incendio que originó la espesa humareda, convirtiendo la vivienda en una trampa de muerte para ellos, porque el menor jugaba con fósforos cerca de la estufa.
En la primera versión se dijo que el detector de fuego y humo estaba desconectado y sin baterías por lo que hacía algún tiempo no funcionaba. Una incursión de este reportero ayer en la escena, estableció que el apartamento cuenta con tres ventanas amplias por el lado de atrás, pero la presidenta de la Asociación de Inquilinos explicó que la ciudad acostumbra a poner rejas de protección fuertemente atornilladas, lo que no da posibilidad de poder removerlas cuando se producen casos como esos, contribuyendo al peligro de los residentes.
La tragedia ha conmovido a toda la ciudad de Nueva York y al cierre de esta crónica, los parientes más cercanos de las víctimas, se preparaban para encabezar las dolorosas ceremonias de despedir a sus seres queridos.




Autor: Miguel Cruz Tejada