Un total de 70 personas han muerto hoy al estrellarse un avión Boeing-737 junto al aeropuerto internacional de Manás, en las afueras de la capital kirguís, Bishkek, tras despegar con destino a Irán.
"Según datos preliminares, de las 90 personas que había a bordo solo 20 sobrevivieron y fueron hospitalizadas", ha declarado a la prensa el primer ministro de ese país de Asia Central, Igor Chudínov, según la agencia rusa Interfax.
Con anterioridad, el departamento de Aviación Civil había cifrado en 25 el número de supervivientes y señalado que el resto de los 90 pasajeros y tripulantes del avión perecieron en las llamas, que devoraron totalmente el aparato. También se había asegurado que en el aparato viajaban un total de 123 personas.
El jefe del Gobierno kirguís ha informado de que en el avión había 7 tripulantes y 83 pasajeros, incluidos 51 ciudadanos de Irán, Turquía, Canadá y China, además de kirguises. Chudínov ha precisado que entre los sobrevivientes están los siete tripulantes del avión y ha añadido que, según datos preliminares, la catástrofe ocurrió debido a una despresurización en el interior de la nave aérea.
Chudinov ha explicado que nada indica que a bordo se produjera una explosión, y que el avión, fabricado en 1979, estaba en buenas condiciones técnicas, pues tenía prolongado el plazo de vida útil y hacía un mes había pasado una revisión completa.
Detectado un fallo a bordo
El primer ministro kirguís se encuentra en el aeropuerto de Manás, donde fue instalado un centro de crisis integrado por los dirigentes de diversos servicios de emergencia.
La portavoz del ministerio de Sanidad, Elena Bayalínova, había dicho a Interfax que, según los médicos de urgencias, en el lugar de la catástrofe había muchos heridos con graves quemaduras.
El ministerio ha movilizado las 14 ambulancias que tenía disponibles para trasladar a los heridos del aeropuerto hacia la capital kirguís, separados por una distancia de 30 kilómetros. También han sido desplazados al lugar del siniestro equipos de rescate procedentes de una base estadounidense cercana al lugar.
Según un portavoz del aeropuerto, el capitán de la nave decidió regresar nada más despegar, pero durante el viraje el avión se desplomó sobre un campo de labranza, ubicado junto a la localidad de Dzhangui-Dzher, a cinco kilómetros del aerodromo.
Según representantes de la terminal aérea citados por Interfax, el aparato siniestrado pertenecía a la compañía privada Itek-Air, estaba fletado por la empresa iraní Osman y debía volar a la ciudad de Mashhad, aunque otras fuentes hablan de Teherán.
Mientras, un portavoz del Ayuntamiento de Bishkek ha afirmado que a bordo del avión viajaban la selección juvenil kirguís de baloncesto y dos diputados de la Asamblea Legislativa de la capital. El ministerio de Sanidad anunció que mañana lunes hará públicas las listas completas de las víctimas mortales y de los sobrevivientes.
La compañía Itek-Air, que tiene su base en el aeropuerto de Manas, está en la lista de compañías aéreas a las que la Unión Europea no les permite operar en su territorio.