El presidente ruso, Dmitri Medvédev, buscará el apoyo de los países del este, especialmente China, tras desafiar a Occidente al reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjazia . El líder ruso ha viajado hoy a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai, que se celebra este jueves en la capital de Tayikistán, Dushanbe, para explicar la intervención militar en Georgia y su decisión de reconocer a estas provincias como regiones independientes. Pero mientras aún se oyen las críticas por su decisión, Medvédev ha insistido en que no buscó la guerra con Tbilisi y que no tiene interés en el territorio georgiano.En una entrevista con el diario Financial Times, el líder ruso ha afirmado que no tuvo "otra opción" que hacer frente al ataque de Georgia contra la capital surosetia, a principios de agosto. "Esta no fue una guerra que elegimos. No tenemos interés en el territorio georgiano", insiste Medvédev.
Los Gobiernos de países occidentales manifestaron ayer claramente su rechazo a la decision rusa de reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjazia abriendo más una brecha que ha despertado comparaciones con la Guerra Fría. Hoy, la alianza Atlántica ha urgido en comunicado a Rusia que revoque su decisión de reconocer la independencia de estas dos regiones georgianas. "El Consejo Noratlántico condena la decisión de la Federación Rusa de extender el reconocimiento a las regiones georgianas de Osetia del Sur y Abjazia y pide a Rusia que revoque su decisión", dice el comunicado de la alianza militar conformada por 26 países, tras una reunión celebrada esta mañana en Bruselas.
Pero Medvédev se ha quejado de que estos países que ahora le critican ignoraron la advertencia de Rusia cuando se apresuraron a reconocer la declaración ilegal de independencia de Kosovo. "Argumentamos constantemente que sería imposible, después de esto, decirle a los abjasos y osetas (y decenas de otros grupos en todo el mundo) que lo que era bueno para los albano-kosovares no era bueno para ellos. En las relaciones internacionales, no se puede tener una regla para unos y otra para otros", ha manifestado.
Mientras las críticas llueven de Occidente, los aliados de Moscú en la ex Unión Soviética, Asia y otras regiones han permanecido en silencio. El principal apoyo para Rusia sería ganar el respaldo de China, cuando se reúna con el presidente Hu Jintao durante la cumbre. Sin embargo, algunos analistas políticos ponen en duda el apoyo chino, que también afronta sus propios problemas con regiones separatistas. El tema de Georgia no ha sido incluido en la agenda formal de la Cumbre de Shangai, en la que también participan Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, firmes aliados de Moscú.
Llegan los barcos de EE UU
En tanto, un barco de la Guardia Costera estadounidense, que lleva ayuda a las víctimas del conflicto, ha llegado hoy a la costa georgiana en el mar Negro, pero no ha podido atracar en Poti, donde inicialmente se había programado, debido a que este puerto está patrullado por los rusos. El barco Dallas tenía previsto desembarcar en Poti, pero los rusos manejan los puestos de control del puerto después de la breve guerra que con Georgia, por lo que tuvo que atracar en Batumi al igual que el buque de guerra USS McFaul.
Ayer, Medvédev acusó a EE UU de estar llevando armas a Georgia en sus barcos, por lo que hoy Moscú ha anunciado que vigilará la concentración de fuerzas de la Alianza Atlántica en el mar Negro, aunque no obstaculizará las operaciones de ayuda. "Dado el establecimiento de fuerzas de la OTAN en el área del mar Negro, la flota rusa también ha comenzado a tomar medidas para vigilar su actividad", ha anunciado Anatoli Nogovitsyn, vicejefe del Estado Mayor ruso.
Rusia ha insistido hoy a la canciller alemana, Ángela Merkel, en que mantiene su compromiso del alto el fuego con Georgia, aunque aún el polvo no se ha asentado en esa región del Cáucaso. Merkel le ha dicho a Medvédev que la presencia de tropas rusas en algunas zonas de Georgia es una grave violación del acuerdo por lo que le pidió que se atenga al cumplimiento del pacto de seis puntos, firmado por Moscú y Tbilisi e impulsado por la Unión Europea.
Ucrania critica a Rusia
Ucrania ha anunciado hoy que quiere discutir el cobrar más a Moscú por el alquiler de una base nava en el mar Negro, lo que podría agravar la situación en la región. El presidente Víctor Yúschenko ha calificado hoy de inaceptable el reconocimiento ruso de las regiones georgianas de Osetia del Sur y Abjasia, decisión que entraña un "gran impulso de desconfianza mutua".
Yúschenko ha dicho en una entrevista a la agencia Reuters que Kiev quería analizar el tema de incrementar la renta a Rusia de su base en Sevastopol en la región ucraniana de Crimea, donde se asienta la flota rusa en el mar Negro. Moscú ha dicho que cualquier negociación rompería el acuerdo establecido en 1997 entre los dos países, bajo el cual se alquila esta base por 98 millones de dólares al año, hasta 2017.