miércoles, agosto 27, 2008

¡Bienvenida monumental!

AEROPUERTO LAS AMÉRICAS.- Los medallistas olímpicos Félix Manuel Díaz Guzmán y Gabriel Mercedes regresaron por la puerta grande ayer y recibieron de inmediato el cálido y entusiasta recibimiento que el pueblo dominicano les tiene reservado a sus grandes héroes deportivos.

El boxeador Díaz Guzmán se casó con la gloria al conquistar en Beijing la segunda presea de oro del país en unos Juegos Olímpicos, y Mercedes, quien logró una de plata con sabor a oro en taekwondo, retornaron al país a las 2:57 de la tarde en un vuelo de Ameican Airlines.

Ambos se sintieron impactados por los vítores y muestras de cariño que se les dio desde que salieron del área de migración de esta terminal.

La amplia sonrisa con la que también llegó el ingeniero Bienvenido Solano, presidente de la Federación Dominicana de Boxeo, se diluyó rápidamente de su rostro cuando a segundos de salir de allí se dio cuenta que le habían robado la cartera.

La amplia caravana que siguió la jeepeta que ocuparon junto al secretario de Deportes, Felipe Payano, hizo recordar las bienvenidas que en sus años grandes tuvieron Sammy Sosa (1998), Pedro Martínez
(1997-99-2002), así como los equipos de Licey y Águilas cada vez que vinieron triunfantes de la Serie del Caribe.

Ni la lluvia que se presentó a los ocho minutos de iniciado el recorrido apagó el entusiasmo de muchos de los residentes en La Caleta, Los Frailes y Los Molinos, entre otros barrios que hay en la parte norte de la avenida Las Américas. Ellos se ubicaron en la orilla y dentro de la peligrosa vía para ver de cerca a Díaz Guzmán y Gaby Mercedes.

“Agua bendita para los medallistas”, vociferaron una y otra vez el “coro” que les esperó en la intersección de Las Américas con Venezuela. Unos 100 metros antes la caravana tuvo que badear la extensa laguna que se formó justo frente a la Oficina Gerencial de la Corporación de Acueductos y Alcantarillados de Santo Domingo.

Al filo de las 5:30 de la nublada tarde, la larga hilera de vehículos tocó la cabeza del Puente Duarte y se formó un gran tapón con los otros que normalmente cruzan por allí en las llamadas horas picos.
Minutos más tarde las sirenas, vocinas y luces intermitentes de las patrullas motorizadas de la Amet que franqueban la caravana, dieron la voz de alerta a la vecindad de los populosos sectores “La Cucaracha”, Borojol, Villa Francisca, San Carlos,Villa Juana, La Fe y Villas Agrícolas, quienes salieron en masa desde las casas del frente y parte atrás para vitorear a los dos atletas dominicanos que brillaron en los Juegos de Beijing.

Las mujeres que fueron tomadas desprevenidas no repararon en salir en toallas a la acera para participar brevemente de la fiesta. En Borojol, una gordita que rondaba “los ta” terminó enseñando más de la cuenta cuando levantó los brazos para darle el adiós a los estelares jóvenes.
En Villa Consuelo la caravana se la puso difícil a un técnico que realizaba trabajos con una de las bombillas de un poste de luz sobre una escalera que tenía la base sobre la avenida Ana Valverde. El hombre, con más susto que emoción, abandonó sus labores desde las alturas por un largo rato.
Díaz Guzmán y Mercedes continuaron saludando y mostrando las medallas con la gente cuando se desplazaban por las avenidas Padre Castellanos, San Vicente de Paúl y Sabana Perdida hasta finalmente llegar a su barrio La Javilla.