Washington, (EFE).- Las reservas de petróleo en Estados Unidos aumentaron en 3 millones de barriles la semana pasada y se situaron en 296,9 millones, anunció hoy el Departamento de Energía.
La cifra es un uno por ciento superior a la de la semana anterior, cuando había almacenados 293,9 millones de barriles, pero un 15,1 por ciento inferior a la de hace un año.
Los expertos esperaban para esta semana un descenso de 1,6 millones de barriles.
Poco después de conocerse los datos de las reservas, el crudo de Texas se negociaba a 133,41 dólares por barril (159 litros) en la Bolsa Mercantil de Nueva York, frente a los 138,74 a los que cerró el martes, tras haber sufrido la mayor caída diaria en 17 años (más de seis dólares).
Por lo que se refiere a los inventarios de gasolina, el Departamento de Energía indicó que aumentaron en 2,4 millones de barriles y se situaron en 214,2 millones, frente a los 211,8 millones de la semana precedente, lo que constituye un aumento del 1,1 por ciento.
La mayoría de los analistas esperaba que una merma de 200.000 barriles en las reservas de gasolina.
En la Bolsa Mercantil de Nueva York el precio de la gasolina para entrega en agosto bajó 0,13 dólares hasta situarse en 3,25 dólares por galón (0,8597 dólares por litro).
Las reservas de combustible para calefacción aumentaron en 3,2 millones de barriles (el 2,6 por ciento) y se situaron en 125,7 millones frente a los 122,5 millones de barriles de la semana anterior.
En la Bolsa Mercantil de Nueva York el precio del combustible para calefacción para entrega en agosto bajó 0,11 dólares a 3,80 dólares por galón (1,0052 dólares por litro).
Estas cifras excluyen la Reserva Estratégica de Petróleo del Gobierno de Estados Unidos, que cuenta con 706,1 millones de barriles, 100.000 barriles más que la semana anterior.
El total de existencias de crudo y productos refinados en Estados Unidos, incluida la Reserva Estratégica, subió la pasada semana a 1.687,2 millones de barriles, medio punto más que la semana anterior cuando se situaron en 1.679,6 millones.
Además, según los datos del Departamento de Energía la semana pasada las refinerías petroleras en Estados Unidos operaron al 89,5 por ciento de su capacidad.
La cifra es un uno por ciento superior a la de la semana anterior, cuando había almacenados 293,9 millones de barriles, pero un 15,1 por ciento inferior a la de hace un año.
Los expertos esperaban para esta semana un descenso de 1,6 millones de barriles.
Poco después de conocerse los datos de las reservas, el crudo de Texas se negociaba a 133,41 dólares por barril (159 litros) en la Bolsa Mercantil de Nueva York, frente a los 138,74 a los que cerró el martes, tras haber sufrido la mayor caída diaria en 17 años (más de seis dólares).
Por lo que se refiere a los inventarios de gasolina, el Departamento de Energía indicó que aumentaron en 2,4 millones de barriles y se situaron en 214,2 millones, frente a los 211,8 millones de la semana precedente, lo que constituye un aumento del 1,1 por ciento.
La mayoría de los analistas esperaba que una merma de 200.000 barriles en las reservas de gasolina.
En la Bolsa Mercantil de Nueva York el precio de la gasolina para entrega en agosto bajó 0,13 dólares hasta situarse en 3,25 dólares por galón (0,8597 dólares por litro).
Las reservas de combustible para calefacción aumentaron en 3,2 millones de barriles (el 2,6 por ciento) y se situaron en 125,7 millones frente a los 122,5 millones de barriles de la semana anterior.
En la Bolsa Mercantil de Nueva York el precio del combustible para calefacción para entrega en agosto bajó 0,11 dólares a 3,80 dólares por galón (1,0052 dólares por litro).
Estas cifras excluyen la Reserva Estratégica de Petróleo del Gobierno de Estados Unidos, que cuenta con 706,1 millones de barriles, 100.000 barriles más que la semana anterior.
El total de existencias de crudo y productos refinados en Estados Unidos, incluida la Reserva Estratégica, subió la pasada semana a 1.687,2 millones de barriles, medio punto más que la semana anterior cuando se situaron en 1.679,6 millones.
Además, según los datos del Departamento de Energía la semana pasada las refinerías petroleras en Estados Unidos operaron al 89,5 por ciento de su capacidad.