NAJAYO, San Cristóbal.- Rolando Florián Féliz, el interno que permaneció 15 años y tres meses años encerrado en una celda de máxima seguridad por el famoso caso del “barco Phoenix”, ha comenzado a vivir una nueva vida penitenciaria.
El barahonero ha sido sacado de la “jaula” en donde estuvo en este recinto luego que fuera trasladado desde otra que ocupaba en Monte Plata.
Al interno Florián Félix se le ha permitido ocupar una nueva celda por lo que ya puede compartir con otros habitantes que purgan penas en esta ciudad presidiara.
Fue condenado a 20 años de prisión tras ser le unificadas las penas por los casos juzgados.
Nativo de Barahona, Florián Féliz fue apresado en diciembre del 1989 y se involucró en el tráfico de 593 kilos de cocaína incautados en el barco Phoenix, del cual era co-propietario.
El barahonero ha solicitado su libertad condicional bajo fianza en varias oportunidades pero la misma le ha sido negada en distintas instancias judiciales.
Empero, la ha vuelto ha solicitar ya por ante el Juez de la Ejecución de la Pena del Distrito Judicial de San Cristóbal, Francisco Mejía Angomás, ya que considera que la merece.
El barahonero ha sido sacado de la “jaula” en donde estuvo en este recinto luego que fuera trasladado desde otra que ocupaba en Monte Plata.
Al interno Florián Félix se le ha permitido ocupar una nueva celda por lo que ya puede compartir con otros habitantes que purgan penas en esta ciudad presidiara.
Fue condenado a 20 años de prisión tras ser le unificadas las penas por los casos juzgados.
Nativo de Barahona, Florián Féliz fue apresado en diciembre del 1989 y se involucró en el tráfico de 593 kilos de cocaína incautados en el barco Phoenix, del cual era co-propietario.
El barahonero ha solicitado su libertad condicional bajo fianza en varias oportunidades pero la misma le ha sido negada en distintas instancias judiciales.
Empero, la ha vuelto ha solicitar ya por ante el Juez de la Ejecución de la Pena del Distrito Judicial de San Cristóbal, Francisco Mejía Angomás, ya que considera que la merece.
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